Dos hermandades icónicas de la Semana Santa zamorana estarán esta año de aniversario. Y es que el 12 de diciembre de 1974, las rúbricas efectuadas por Antonio Briva, obispo de la Diócesis de Astorga permitió la constitución de lo que hoy en día son las Hermandades Penitenciales del Santísimo Cristo del Espíritu Santo y del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
Unas rúbricas que llegaron en un momento de situación jurídica a nivel episcopal peculiar tras la dimisión del entonces obispo de Zamora, Eduardo Martínez González, y la necesidad de nombrar a un administrador apostólico, cargo que recayó en la figura del catalán Briva a la espera de que el Vaticano supliera la plaza en la provincia.
En esos años surgió la intención de formar la hermandad del Espíritu Santo que inicialmente se planteaba salir a procesionar en un viernes de Cuaresma, sin especificar cuál -finalmente sería el último-. Acudiendo a la Junta Pro Semana Santa, fue el Obispado de Zamora quien emitió un informe favorable que sirvió de base para que Astorga concediera el beneplácito final para que la imagen del Cristo fechado a mediados del siglo XIV pudiera salir a las calles de la ciudad, tal y como revela Rubén Sánchez, historiador y archivero de la hermandad.
En el caso de la Hermandad de la Buena Muerte, el sí fue directo -bajo su intención de procesionar en un Lunes Santo y no en época de Cuaresma-, si bien la rúbrica llegó al mismo tiempo. Algo que se achaca a una cuestión meramente administrativa ya que los jueves era el día en el que Briva se dedicaba a firmar los papeles relativos a cuestiones de Zamora.
No es el único detalle que comparte ambas hermandades que "beben" de la misma fuente estética con túnica de estameña blanca y sandalias franciscanas con fuertes reminiscencias monacales y una estética de lo más medieval que en el caso de la Buena Muerte enfatizan portando las teas o antorchas de cera, mientras que el Espíritu Santo apostó por velones en un inicio, pasando por teas para finalizar con los faroles de mano, diseño de Miguel Fernández Calles, que se estrenaron por primer año en las calles de Zamora en la procesión del año 91.
Un estética que, a su vez, ha seguido sirviendo de fuente de inspiración más allá de las fronteras provincias como en el caso de la Hermandad Penitencial de Jesús Coronado de Espinas de La Roda.
Ahora, ambas hermandades tienen por delante la organización de los actos con motivo de este 50 aniversario. Será la Buena Muerte quien de el pistoletazo de salida -ya ha anunciado el anagrama conmemorativo- que pondrán en valor