Se ha ido un músico con mayúsculas, de los que sabían arrancar sonrisas con un acordeón o una gaita una gaita que aprendió a tocar ya de mayor. Víctor forma parte de una familia muy querida en Sanabria, famosa por su talento musical y por esa capacidad innata de animar las fiestas y las reuniones familiares. Junto a su hermano, recorrió los pueblos llevando música y alegría, dejando huella en cada rincón.
Aunque en los últimos años la enfermedad fue apagando poco a poco su cuerpo, Víctor mantuvo hasta el final una mente clara y una memoria llena de historias y canciones. Se ha marchado en silencio, pero dejando el eco de su música y el recuerdo imborrable de su carácter afable y su alegría contagiosa.
Para los suyos, deja un vacío inmenso. A su hijo Miguel y a sus nietos Miguel y Sergio, les transmitió ese amor por la música, ese ritmo que siempre acompañaba sus días. Les deja la herencia más valiosa: la capacidad de alegrar los corazones con una canción o una melodía de acordeón.
Sanabria pierde hoy un referente, una institución. La música en Sanabria ya no será la misma sin el acordeón de Víctor, pero su legado quedará para siempre en el corazón de quienes lo conocieron y disfrutaron de su arte. Víctor era de esos hombres que, aunque la vida fuera dura, siempre encontraba una melodía para alegrar el día.
Este Día del Padre será especialmente emotivo para su familia y para todo Sanabria. Hoy despedimos a un abuelo, a un padre, a un esposo y a un músico. Pero también despedimos a un símbolo de una generación que supo resistir y mantener vivas las tradiciones de su tierra.
Víctor nos deja su música y sus historias, que seguirán sonando en cada acordeón, en cada gaita, en cada fiesta de pueblo donde la música y la alegría sean protagonistas. Porque él era así: música y vida. El tanatorio de Eduardo en el Puente de Sanabria, se llenará de flores y esperamos que también de música aunque sea clásica y de respeto hacia un gran sanabrés.
Descansa en paz, abuelo Víctor. Gracias por la música, por las historias y por las sonrisas. Tu legado vivirá en Sanabria para siempre.
Un enorme abrazo a toda la familia desde esta parte que también se ha estremecido con la triste noticia de que el silencio que también es música se ha llevado a Ángel Martos el abuelo Víctor...