Falta de coordinación y comunicación: el talón de Aquiles
Los antecedentes recientes en Zamora, como el devastador incendio en la Sierra de la Culebra o el descarrilamiento del AVE entre La Hiniesta y Carbajales, evidencian que el principal problema no radica en los recursos, sino en la falta de coordinación. Los equipos de emergencia locales, autonómicos y estatales no cuentan con protocolos comunes ni sistemas de comunicación unificados que permitan una gestión eficaz de las crisis.
Por ejemplo, los bomberos del parque de Zamora no pueden comunicarse con sus colegas del Consorcio Provincial de la Diputación o incluso con policía local con los elementos de comunicación que en este momento poseen. Este déficit de interconexión se agrava aún más en situaciones de fallo de las líneas telefónicas. Actualmente, no existe un sistema de comunicaciones común que integre a bomberos, Policía, Guardia Civil, Ejército, y/o Protección Civil o Bomberos forestales, un fallo grave en un contexto donde las comunicaciones son vitales.
El peso de la falta de planificación
Las emergencias, aunque impredecibles, requieren planes claros y probados de antemano.
Sin protocolos definidos, el caos puede prevalecer incluso en emergencias menores. Por ejemplo: Hundimiento o un incendio en el casco urbano por ejemplo en un pueblo de menos de 50 habitantes ¿ Como actuar, saben los vecinos que hacer en caso de emergencia, lo saben los responsables del mismo?. Antiguamente las campanas hacían de nexo de unión entre todos, hoy en dia la necesidad apremia y mañana es tarde. En estos casos, la actuación improvisada sin un mando centralizado o un puesto de coordinación avanzado incluso podría empeorar la situación por falta de conocimiento tanto del terreno como de las personas que habitan la localidad.
Un ejemplo claro y que nunca más debería darse es el caso de la Sierra de la Culebra, donde, tras dos años, las soluciones implementadas parecen parches más que verdaderos cimientos de un sistema eficaz. A pesar de las lecciones aprendidas, no se han desarrollado planos concretos ni mecanismos que garanticen una respuesta coordinada en caso de futuras catástrofes.
El papel del 112 y las competencias compartidas
El 112 de Emergencias de Castilla y León es el organismo responsable de coordinar los recursos en situaciones de emergencia. Sin embargo, en casos de siniestros importantes, los equipos locales a menudo desconocen los protocolos que deben guiar su actuación. Este vacío organizativo es preocupante, especialmente cuando se trata de coordinar la primera respuesta, que suele recaer en bomberos y personal sanitario de SACYL, los primeros en llegar por proximidad.
Las fuerzas de seguridad, como la Policía y la Guardia Civil, también desempeñan un papel crucial en los primeros momentos de una emergencia. La falta de un sistema común que permita la comunicación en tiempo real entre estas entidades y los equipos de rescate añade otro nivel de complejidad.
Soluciones claras para un problema urgente
La solución pasa por la creación de un sistema común de comunicaciones compatible con los equipos de todas las fuerzas implicadas, incluidos los del Ejército. Este sistema permitiría la coordinación fluida entre los distintos equipos y garantizaría la operatividad incluso en casos de interrupción eléctrica o de telefonía. Algo similar a lo ocurrido en la Culebra o en el descarrilamiento del AVE entre la Hiniesta y Carbajales.
Asimismo, es imprescindible desarrollar un plan de emergencias provincial adaptado a la realidad de Zamora, que contemple escenarios de nivel medio y que sea conocido por todos los actores implicados. Este plan debe incluir:
Sistemas de comunicación comunes y fiables. Algo crucial ya que si no hay comunicación de nada sirven los medios.
Formación y simulacros conjuntos entre bomberos, sanitarios y fuerzas de seguridad. Simulacros en poblaciones alejadas y que puedan suponer un esfuerzo de todos para salvaguardar las vidas de los que también pagan impuestos por muy lejos que estén de los centros de emergencias.
La creación de puestos de mando avanzados para la gestión in situ de las emergencias. Con personas responsables en las diferentes áreas de actuación y que sean capaces de coordinar equipos. Profesionales que los hay y que están desaprovechados ya que pueden proyectar simulacros y problemas que se pueden solucionar antes de que ocurra la emergencia.
Lecciones del pasado
Los desastres naturales, como incendios, inundaciones o derrumbes, son inevitables, pero su impacto puede minimizarse con una gestión adecuada. Está claro que los incendios, por ejemplo, se previenen y combatirán mejor en invierno con planificación que en pleno verano bajo el caos.
Zamora debe aprender de los errores del pasado y priorizar la creación de un plan conjunto que no solo contemple los recursos, sino que garantice su uso eficiente en cualquier eventualidad.
La improvisación y la descoordinación no pueden seguir siendo la norma. La actuación de todas las entidades participantes no pueden dejar al aire eso de: " vamos y después ya veremos", algo que ocurría por ejemplo con las carreteras en invierno, los planes de Vialidad Invernal que reunen a todos los implicados incluso de otras provincias hacen que cuando hay nevadas de importancia todos los estamentos sepan que hacer y como hacer.
Hoy en día en el siglo XXI es incomprensible que al menos en la salvaguarda de las personas no se haya pensado en ello y que no haya un equipo profesional dedicado 24 horas a este tipo de situaciones que pueden darse en cualquier momento. La educación en los colegios, formar a los más pequeños y también a los habitantes de poblaciones rurales es crucial para tener una concienciación clara de cual es el problema y como atajarlo.
Zamora tiene que llevar la bandera en este caso y ser ejemplo tras ser también ejemplo en la desgracia. Sanabria hace décadas sufrió una catástrofe que dejó 144 vícitimas, la Culebra se llevó la vida de 4 personas y más de 60.000 hectareas de terreno quemadas, son acontecimientos inesperados pero que tienen su prevención. Prevenir mejor que curar es una gran frase y estamos a tiempo de intentar paliar males mayores. La implantación de por ejemplo el sistema TETRA podría dar este servicio de coordonación en las comunicaciones, más de 120 paises lo utilizan en la actualidad y hay más de 3,5 millones de radios activas. También la Plataforma Abierta de Misión Crítica (MCOP) en la que participa la Universidad del País Vasco puede ser una solución para un problema que tiene por solución de primera instancia la comunicación entre equipos de emergencias y seguridad y posteriormente la aplicación de los protocolos que han de establecerse si o si sin más dilación.