La Semana Santa en Zamora presenta cada año un despliegue de creatividad; de manos maestras que crean y trabajar para sumarse a este espectáculo religioso y cultural tan arraigado. Un nuevo elemento se suma así para el disfrute de los zamoranos; una escultura que encarna la esencia misma de la tierra zamorana.
La idea surgió como una propuesta para el proyecto que podría instalarse en el Puente de Piedra peatonal del puente de piedra como un símbolo de bienvenida a la ciudad con el bastón y el morral de pastor, el mundo rural entra en Zamora durante la Semana Santa. Además, "como parte de esta tradición arraigada, me encargo personalmente de hacer el bastón extraíble para colocarle el farol, ya que por allí también transcurre la procesión cuando va hacia Olivares", ha explicado el vecino de Sanzoles, José Javier Sánchez. Sin embargo, su debut se da en el marco de la Semana Santa, donde se erige como un atractivo más para los miles de turistas que visitan la ciudad.
La escultura ha sido meticulosamente diseñada para capturar la esencia del campo zamorano. Utilizando materiales reciclados, el artista ha creado una obra que respira historia y tradición; también de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo que desfila con sus faroles en una austeridad absoluta cada Miércoles Santo. Aunque aún no ha alcanzado su estampa final, ya impresiona por su calidad y detalle con una vela eléctrica que simula a una real. Su acabado en óxido, característico del escultor, está reservado para el futuro, cuando la obra encuentre su hogar definitivo en Zamora. Por el momento, en 'Atelier Bistrot' encuentra su refugio durante la Pasión para convertirse en un photocall para todos los visitantes que acuden a la capital en estas fechas.
Una figura que porta la indumentaria tradicional de color pardo empleada históricamente por los hombres de la comarca de Aliste. Su origen se remonta a tiempos inmemoriales y está ligado a las tribus celtas que habitaban la zona. A lo largo de los siglos, esta capa ha sido regulada socialmente y ha mantenido su presencia en diversas festividades religiosas y culturales. El valor histórico y cultural de la Capa Parda se refleja en su elaboración, confeccionada con lana de oveja alistana mediante técnicas tradicionales. Esta prenda, que pesa entre siete y ocho kilogramos, consta de varios componentes, como las andillas, el capucha y la esclavina, que la hacen única y distintiva. Su resistencia al frío y la lluvia la convierten en una opción ideal para eventos al aire libre como procesiones.
Más allá de su valor estético, esta escultura representa un compromiso con las raíces zamoranas. Sánchez, un enamorado de su tierra e infectado por el "virus del zamoranismo", dedica su vida a preservar y promover las tradiciones locales, como lo demuestra su participación en la asociación de las capas y su colaboración en proyectos como el resurgir de las mascaradas. Un trabajo arduo que sirve para enriquecer el patrimonio cultural de Zamora y que ya ha llamado la atención de muchos; "he logrado frenar el interés que tiene Miranda do Douro después de que la vieran en Bemposta, pero mi prioridad es que esté en Zamora primero".
