La lucha contra la avispilla del castaño continúa en la provincia de Zamora. La Mesa del Castaño ha llevado a cabo este miércoles un nuevo tratamiento biológico para frenar el avance de esta plaga que desde 2018 amenaza seriamente la producción de castaña. La actuación ha contado con la participación de la Oficina del Castaño de la Diputación, técnicos del Área de Agricultura y personal de la Junta de Castilla y León, incluidos agentes medioambientales.
La intervención ha consistido en la suelta del parasitoide Torymus sinensis, un insecto que actúa como enemigo natural de la avispilla (Dryocosmus kuriphilus). Este año se prevé liberar 118 dosis en 59 puntos estratégicos de la provincia en dos fases: la primera se ha realizado hoy y la segunda tendrá lugar en mayo.

Según han confirmado los técnicos, los tratamientos aplicados en años anteriores han resultado eficaces, con una notable reducción de la presencia de la plaga. A pesar de ello, la avispilla no ha sido erradicada completamente, por lo que es necesario mantener estas actuaciones preventivas para evitar un repunte.
La importancia de este control biológico va más allá del impacto directo de la plaga. La avispilla no solo afecta al rendimiento del árbol, sino que también favorece la aparición de enfermedades como la podredumbre parda, lo que compromete gravemente la calidad y la cantidad de las cosechas. En algunas zonas, su incidencia puede llegar a reducir la producción hasta en un 70 %.