La nueva campaña de control de matanzas domiciliarias de cerdos y jabalís abatidos en actividades cinegéticas para autoconsumo puesta en marcha por la Consejería de Sanidad se inició el pasado 31 de octubre y se extenderá hasta el 5 de abril de 2026, con el objetivo de preservar la salud pública y acompañar una tradición muy arraigada en el medio rural zamorano.
El calendario mantiene como picos de actividad el puente de la Constitución y el periodo navideño, cuando se concentran más matanzas en los pueblos de la provincia. La normativa vigente obliga al reconocimiento sanitario de los cerdos sacrificados para autoconsumo y regula la identificación de animales silvestres abatidos en actividades cinegéticas para su comercialización, con el fin de asegurar diagnósticos fiables que eviten riesgos como la triquinosis humana.
Para la presente campaña 2025-2026, Zamora contará con 27 veterinarios colaboradores, que se suman a los equipos propios para reforzar la capacidad de respuesta en toda la provincia. La Junta recuerda que la carne procedente de matanzas domiciliarias y sus derivados únicamente puede destinarse al consumo familiar, estando prohibida su venta.
Durante la campaña 2024-2025 se reconocieron 1.129 cerdos sacrificados en domicilios particulares, 86 menos que el año anterior, lo que supone una disminución del 7%. De ellos, 1.125 fueron analizados por profesionales colaboradores y 4 por los servicios veterinarios de la Junta. En paralelo, se validaron 330 jabalíes para autoconsumo.
En el ámbito cinegético destinado a comercialización, el control sanitario alcanzó 890 jabalíes, 469 ciervos, 15 corzos y 6 gamos. En el cómputo general, se ha detectado un ligero aumento respecto a la campaña 2023-2024, con un ascenso destacable, de casi el 50%, en los ciervos. Todas estas piezas son sometidas a inspección para detectar anomalías, verificar que la muerte se corresponde con la actividad de caza y proceder a su precintado antes del traslado a establecimientos autorizados de manipulación de caza silvestre.