Pozuelo de Tábara se ha sumergido un año más en una explosión de color, música y tradición con la celebración de su emblemática mascarada de invierno, El Tafarrón y la Madama, una de las manifestaciones festivas más representativas del calendario navideño en la provincia de Zamora. La cita, que se desarrolla del 24 al 27 de diciembre, ha reunido a vecinos y visitantes en torno a unas costumbres ancestrales que siguen muy vivas en la localidad.
Las celebraciones arrancaron en la madrugada del 24 de diciembre, con una animada Nochebuena protagonizada por la discomóvil Selvátika, que puso música a partir de la 1:00 horas. No obstante, el inicio oficial de la mascarada tuvo lugar el 25 de diciembre, con las tradicionales Vigilias cantadas en latín a las 19:00 horas, seguidas de los Cantos y los Vivas en la casa del alcalde. Ya pasada la medianoche, el esperado Baile de los Tafarrones llenó el salón del Tafarrón, con la música de la discomóvil Sonido Benavente.
El 26 de diciembre es una de las jornadas más intensas y cargadas de simbolismo. Desde las 7:00 de la mañana, el Tafarrón, la Madama y los alcaldes recorrieron el pueblo dando los Buenos Días casa por casa, acompañados por dulzaineros y vecinos. A mediodía se celebró la Venia del Tafarrón, seguida de misa y las tradicionales carreras. La tarde continuó con las carreras y subastas del ramo y el bollo maimón, las votaciones en el Ayuntamiento y una chocolatada popular, antes de dar paso, a medianoche, a la macrodiscoteca.
El programa festivo se cierra este 27 de diciembre con misa y carrera a las 12:00 horas y, a las 14:00, la celebración de las Suertes en el frontón, donde se elige a los personajes que encarnarán al Tafarrón, la Madama y los alcaldes en 2025. La jornada incluye también una degustación de torta de coscarón, y finalizará con la música de la discomóvil Electromoon.
El Tafarrón, figura central de la mascarada, recorre las calles ataviado con su característico traje de juncos machacados, cencerros y máscara metálica, portando un palo y un cazo con los que recoge ofrendas y anima al público. A su lado, la Madama luce un vistoso traje floral y castañuelas, mientras alcaldes y mayordomos visten el antiguo traje de boda de la zona, completando una comitiva cargada de simbolismo y autenticidad.