Venialbo debería haber vuelto a revivir este 27 de diciembre el denominado 'Baile del Niño', una celebración tradicional en el día de San Juan Evangelista, y para la que se tramita la declaración de fiesta de interés turístico regional.
Una calificación que aún no ha conseguido su alcalde tras varios años de peticiones e intentos, desde que este diario existe se ha conocido la intención, pero no hay respuesta o bien de parte de la alcaldía o bien de la administración, no hay respuesta. En definitiva un ayuntamiento que se estanca en una petición y que no consigue resultados desde hace más de un lustro, pero que tanto la asociación en defensa del Baile del Niño como sus jóvenes si que siguen trabajando con la colaboración de amigos y de profesionales como Felipe Monforte o Alberto Jambrina, o también la Asociación Venialbense para las Artes Escénicas AVAE
La asociación en defensa del baile y de las tradiciones de Venialbo AVAE, si que sigue haciendo parte del trabajo y en este caso con la inestimable colaboración de Felipe Monforte, y bajo las estrictas medidas de seguridad que requiere el momento, los vecinos participaron en el tradicional baile ataviados con trajes tradicionales, grabaron este espectacular vídeo, en el que ellos son realmente el baluarte de la tradición en la zona, y que sigue siendo un referente en las tradiciones con la proximidad de Sanzoles y su Zangarrón.
Los danzantes que esta vez han sido grabados por Felipe y rememoraban una vez más la tradición de la fecha, la música siempre a cargo de Alberto Jambrina otro de los baluartes de la cultura de Zamora y provincia que han puesto su granito de arena en este montaje. Un momento gráfico de excepción para sumar al dossier que habrá que pedir al Ayuntamiento que solicite de nuevo la declaración ansiada.
Los danzantes llevan también unas castañuelas que hacen sonar al ritmo de la música de la flauta y el tamboril de Alberto Jambrina que ya es costumbre que los acompañe año tras año y que no ha querido perderse este momento que podría reunir a todo el pueblo al lado de la Ermita. El baile del floreo las oraciones y como peculiaridad el baile de espaldas dan a esta fiesta una especial atención y relevancia que este año no se dará en igual medida ante la circunstancia de la alerta sanitaria debida a la pandemia.
Tras la misa, este año no se desarrolla la procesión ni se recorre el trayecto entre la iglesia de la Asunción y la ermita del Cristo de la Vera Cruz rodeados de fieles, tampoco la procesión regresa luego al templo de salida, con parada previa en la plaza de la Iglesia para interpretar el baile del floreo al niño y rezar una oración, aunque esto si que quedará en la memoria de los venialbenses, un baile sin público en un año aciago debido a la pandemia que gracias a los jóvenes de la localidad, y a los enamorados de la tradición ha podido hacerse realidad al menos de forma pre-grabada.
Todo un pueblo que este año no celebrará San Juan Evangelista bailándole al recién nacido, desde la iglesia parroquial hasta la ermita de Venialbo, y sin dejar de mirar nunca la imagen del niño, sin perderle la cara, una tradición que se había perdido y que el pueblo recuperó hace 30 años para convertirse cada año en uno de los momentos más mágicos del año, aunque este año sin gente, sin aplausos ni vítores.