Los pactos para formar Gobierno en España, tienen precio. La condonación de la deuda a Cataluña de 15.000 millones de euros podría costar a la provincia de Zamora 66.734.200 euros, según los cálculos del alcalde de Roales del Pan, David García. Una medida que conlleva que "el resto de españoles", excepto vascos, navarros y catalanes, "tengamos que pagar el 20% de la deuda".
Ante esta situación, el edil, ha solicitado por escrito al presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez que convoque, de forma "urgente", una reunión de Consejo de Alcaldes para consensuar medidas en "defensa" de los pueblos de la provincia. Basándose en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el regidor apunta que serán los 167.215 habitantes de Zamora los que tendrán que asumir un pago de "casi 67 millones de euros".
Una reunión que pretende consensuar "qué medidas solicitaremos al gobierno de la nación como poden ser la excepción de la reglas de gastos, inversiones extra o cualquier otra idea que pueda combatir la desigualdad que ellos mismos crean, así como la interposición de recursos anticonstitucionales, contenciosos administrativos o cualquier otra forma jurídica que defienda a nuestros pueblos".
De esta forma, ha puesto de ejemplo a Roales, municipio al que le corresponderían 399.491 euros, "comparándolo con el presupuesto de obras con fondos propios del municipio que ronda los 68.000 euros, lo que supone siete años de trabajo e inversiones, tirados a la basura. Prácticamente 400.000 euros de pérdida".
"Los ayuntamientos de Zamora somos eficientes en el gasto, administramos nuestros limitados recursos de la forma más óptima posible, esta situación creada por el recién elegido presidente del gobierno, es inadmisible y va contraria a derecho, incrementa la desigualdad entre comunidades, ahora habrá comunidades más ricas y comunidades más pobres", ha lamentado el regidor.
Así, ha hecho hincapié en que "no nos podemos quedar de brazos cruzados, viendo cómo los niños de nuestros pueblos tienen menos oportunidades, nuestros mayores quedan abandonados a su suerte, tenemos el mismo derecho a tener un futuro prometedor y para eso hemos venido a dirigir nuestros pueblos. Algunos hemos luchado mucho por tener progreso".
Un "atropello" del que asegura no va a ser cómplice porque "destruye la convivencia pacifica de los españoles enfrentándonos los unos a los otros, reviviendo viejos odios, imponiendo una nueva organización territorial basada en intereses económicos, camuflada con mensajes ideológicos de izquierdas cuando los que deciden son partidos de derecha".