La reserva hídrica de la provincia continúa bajando semana tras semanal, una situación común en prácticamente todo el mapa nacional, si bien la situación dista mucho de los preocupantes niveles en las cuencas del sur peninsular, donde llevan a situarse por debajo del 20%.
A día de hoy los embalses de la provincia se sitúan al 57,2% de su capacidad, lo que supone un descenso de cuatro décimas con respecto a la semana pasada. Ello se traduce en un total de 1.012 hectómetros cúbicos de agua, una situación notablemente superior al caótico nivel que se vivió durante la misma semana de 2022 con las reservas al 40,5% e, incluso, superior a la media de los últimos diez años (54,4%).
Tan sólo el embalse de Villacampo anota subidas destacables de un 4,5% hasta llegar al 96,9% de su capacidad, mientras que los embalses de Ricobayo y Valparaíso se mantienen sin ningún cambio en sus reservas semanales, al igual que Almendra. El embalse fronterizo entre las provincias de Zamora y Salamanca apenas anota un hectómetro cúbico más de agua hasta alcanzar los 1.187 y al 44,8% de su capacidad.
En el lado contrario se sitúan los de Nuestra Señora de Agavanzal, cuyas reservas bajan más de cinco puntos con respecto al pasado martes, hasta situarse al 83,3% de su capacidad. El de Castro pierde casi cuatro puntos mientras Cernadilla, con un 2,75% menos se sitúa a día de hoy como el embalse de la provincia más bajo: sus reservas suponen el 37,2% de su capacidad total.
A nivel nacional, la reserva hídrica española está al 37% de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 20.763 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuye en la última semana en 319 hectómetros cúbicos (el 0,6% de la capacidad total actual de los embalses). En el caso de la Cuenca del Duero baja en la última semana nueve décimas -por encima de la media nacional- hasta el 45,6% de capacidad, con un total de 3.422 hm3 de agua.
Por cuencas, tan sólo la cuenca del Cantábrico Occidental mejora su reserva con respecto a la media de la última década. Todo ello en medio de una situación marcada por la sequía y sumadas a las altas temperaturas marcadas por cuatro olas de calor.
