No se conoce un conflicto de personal tan largo ni tan enquistado en toda la historia del ente provincial.
Los bomberos mantienen la protesta, la justicia da la razón a las peticiones de los bomberos y ya son 15 meses sin que nadie dimita en un conflicto que salpica y llena de titulares a una administración que parece no tener timón, si la justicia sigue dando la razón a los bomberos quizá era tiempo de hacer una criba y depurar responsabilidades.
Pablo Iglesias y el líder de Ciudadanos Albert Rivera tuvieron al menos la decencia de irse cuando vieron que efectivamente el fiasco era mayúsculo, pero en las instituciones y en los sillones del palacio de la Encarnación no hay esa clase, por mucho que se les haya echado en cara a los dos líderes, al menos ellos se fueron sin que nadie les tuviera que pedir sus dimisiones.
Aunque haya sentencias que anulen dictámenes y normas dictadas sin sentido alguno el Consorcio y su presidente siguen adelante sin más, no hay vara de medir que acorte el conflicto. Es más en algún caso los jueces califican de oscurantista la gestión y las maneras de un Consorcio que puede seguir dando palos de ciego en sus RPTS o en sus normas, esas que tiran abajo los jueces utilizando simplemente el sentido común.
Los encargados de velar por la seguridad siguen pidiendo lo mismo desde el inicio de la protesta en la Plaza de Viriato, saltará el año 2021 al 2022 y el ente y su presidente seguirán en sus planteamientos, estos serán los que quedarán anotados en la historia de la institución, como que fueron los que mantuvieron el conflicto más largo de la historia del ente, todo ello por no sentarse a negociar lo que en muchos pasillos se dice que en diez minutos se solucionaba.
Las formas y los métodos a parte de las descalificaciones como las vertidas por algún que otro jefe de servicio sobre sus propios compañeros, dejan claro el tipo de situación que viven todos los días los bomberos del Consorcio de la Diputación de Zamora.
Que el 2022 traiga paz y bien a todos pero primero a los bomberos que son los que cuidan de nuestros mayores en la provincia que sigue siendo la más envejecida de España, la Zamora vacía y vacilada, pobre de la Bien Cercada y pobres de sus bomberos que siguen dándose cabezazos con el Carnero de Viriato, el tardó menos en echar a los romanos de la tierra que le pertenecía y defendió con honda y piedras, otros lo hacen a cacerolada va y viene.