En un recorrido por las fronteras de España, la revista ‘Viajar’ ha desvelado una selección de auténticas joyas que cautivan con su encanto único. Entre ellas, destacan tres pueblos zamoranos: Fermoselle, Sagallos y Puebla de Sanabria. Estos encantadores pueblos invitan a los viajeros a sumergirse en un mundo de magia y autenticidad que perdura a lo largo de los siglos.
Fermoselle: un lugar donde el tiempo se detiene
Conocido como el balcón de los Arribes del Duero, Fermoselle se alza majestuoso sobre imponentes acantilados que ofrecen vistas panorámicas impresionantes. Sus estrechas calles empedradas y casas de piedra parecen congeladas en el tiempo, transportando a los visitantes a épocas pasadas. Aquí, cada rincón cuenta una historia, desde la antigua fortaleza hasta la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción. Fermoselle es un lugar donde el tiempo se detiene, permitiendo a los viajeros conectar con la autenticidad y la serenidad que solo un pueblo como este puede ofrecer.
Sagallos: donde la naturaleza y la tradición se unen
Enclavado en la Sierra de la Culebra, Sagallos es un remanso de paz donde la naturaleza salvaje y la tradición se entrelazan en perfecta armonía. Este pequeño municipio es conocido por albergar una de las mayores poblaciones de lobos en Europa Occidental, convirtiéndolo en un destino ideal para los amantes de la vida silvestre.
Además, presume de una rica tradición apícola, reflejada en su centro de interpretación de la miel, donde los visitantes pueden descubrir los secretos de este preciado néctar. Sin duda, Sagallos ofrece una experiencia única, donde la naturaleza y la cultura se fusionan para crear un ambiente verdaderamente mágico.
Puebla de Sanabria: elegancia medieval en la frontera
Con su imponente castillo como telón de fondo, Puebla de Sanabria emerge como una postal medieval en pleno siglo XXI. Sus calles empedradas y casas de piedra dan testimonio de su rica historia, mientras que sus murallas y fortificaciones recuerdan su papel estratégico en la frontera con Portugal. Pero Puebla de Sanabria no es solo historia; también es naturaleza exuberante, con el lago de Sanabria a pocos kilómetros de distancia, ofreciendo un oasis de tranquilidad y belleza natural.