El PSOE acusa a la Junta de “desidia” ante el riesgo de cierre de las azucareras de Toro y Benavente

Los socialistas denuncian la pasividad de Mañueco mientras 600 empleos rurales penden de un hilo en Zamora, León y Burgos
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El futuro de las plantas azucareras de Castilla y León vuelve a colocarse en el centro del debate político. El PSOE ha criticado duramente al presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, por lo que considera una “absoluta falta de implicación” en la defensa de los 600 empleos que están en juego en las factorías de Toro y Benavente (Zamora), Miranda de Ebro (Burgos) y La Bañeza (León).

La denuncia parte del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes, que ha recogido la “preocupación e incertidumbre” trasladada por la UGT ante el incierto porvenir de estas instalaciones, clave en la industria agroalimentaria de la comunidad. La situación afecta directamente a 426 trabajadores fijos, 145 fijos discontinuos y 60 eventuales, muchos de ellos residentes en zonas rurales donde estas industrias representan un motor económico esencial.

En una reciente reunión mantenida con representantes sindicales, el secretario general del GPS, Pedro González, y la procuradora burgalesa Virginia Jiménez expresaron su malestar por lo que consideran una inacción del Ejecutivo autonómico. Según denunciaron, la Junta ni siquiera estaba al tanto de las amenazas de cierre hasta que los medios de comunicación lo hicieron público.

Jiménez lamentó que, mientras los trabajadores se reunían con partidos políticos y administraciones en el Ayuntamiento de La Bañeza el pasado 15 de mayo para tratar de buscar soluciones, la consejera de Agricultura optó por asistir a una misa en Ávila. “Es la dinámica del Ejecutivo de Mañueco: más pendiente de criticar al Gobierno central que de ejercer sus competencias”, afirmó la procuradora.

La única medida conocida hasta el momento por parte de la Junta ha sido, según los socialistas, “el envío de una carta” a la multinacional propietaria de las plantas, lo que consideran insuficiente ante la magnitud del problema. “Las azucareras son viables, tienen futuro y son rentables. Pero para garantizarlo, hace falta compromiso político y una acción firme que hasta ahora brilla por su ausencia”, sostuvo Benigno Pérez, secretario general de la Sección Sindical Estatal de FICA-UGT, quien también participó en el encuentro con el PSOE.

Jiménez incidió además en el papel estratégico de estas industrias para la fijación de población en el medio rural y criticó la “hipocresía” de la Junta cuando habla de luchar contra la despoblación mientras ignora las amenazas que planean sobre sectores productivos clave. “Si Mañueco no ayuda a los agricultores, la industria remolachera también sufre. Necesitamos un compromiso claro, serio y a largo plazo de la Junta de Castilla y León”, concluyó.

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