miércoles. 17.04.2024
Restauración de un palomar por Marcos Pérez de "Apadrina un palomar"

La Fundación Rehabitar Tierra de Campos nació en 2017 para impulsar el desarrollo sostenible de la comarca en Castilla y León con iniciativas y actividades que contribuyan al mantenimiento del patrimonio construido en tierra, la creación de empleo y la repoblación. Y los palomares fueron y siguen siendo la seña de identidad de Tierra de Campos, aunque sea un patrimonio olvidado. Al menos en Zamora.

 El palomar forma parte de una arquitectura rural que se caracteriza por la sencillez de los materiales, la tierra, pero que merece la pena ser conservado. Por ello, la Fundación ha puesto en marcha una iniciativa para dar a conocer este patrimonio y anima a los ciudadanos a enviar imágenes de los refugios de palomas que se extienden por las provincias de Palencia, Valladolid, León y Zamora.

El objetivo, según la directora técnica de la Fundación Rehabitar, Izaskun Villena, es "desarrollar actuaciones de divulgación para dar a conocer Tierra de Campos" a través de un concurso que pretende elegir el palomar con mejores cualidades artísticas y de conservación.

Pero la Fundación Rehabitar va mucho mas allá. La misión es recuperar esta arquitectura, casi siempre my "deteriorada" para que las generaciones futuras no olviden su pasado y fijar población en Tierra de Campos "con proyectos vinculados al territorio", explica Villena. Y ahí los palomares reclaman su sitio como generadores de empleo en el ramo de la industria agroalimentaria. Pero también como otro atractivo más de Castilla y León y, en particular, del Camino de Santiago.

Izaskun Villena sostiene que "Tierra de Campos se viene abajo, en línea con Teruel". La comarca registra 0,08 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que se traduce en que es "un desierto", en palabras de la directora de la Fundación Rehabitar. "Hay núcleos como Revilla de Campos, en Palencia, con palomares, con la torre de la Iglesia a punto de caer y donde solo viven dos familias los fines de semana", asegura Izaskun Villena. Allí, Rehabitar ha consolidado uno de los palomares y avanza en la reconstrucción de otro con el fin de que los particulares que quieran regresar al pueblo tengan un "plus económico".

 

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Villena insiste en que los palomares no son solamente atractivos turísticos. En su día sirvieron de sustento y, en la actualidad, pueden ser un "recurso económico". Hasta "El Quijote" habla de los "palominos", las aves criadas en los palomares que cruzaban Castilla-La Mancha para alimentar a las familias. Y es que las posibilidades son infinitas. Según Villena, en Tierra de Campos hay unos 3.000 palomares catalogados y la Fundación Rehabitar tiene "fichados" 42, solo uno en Zamora, el de Castrogonzalo.

 El mejor ejemplo del desarrollo económico que pueden conllevar los palomares es la experiencia en la localidad vallisoletana de Cuenca de Campos. Allí, la Fundación a través de la iniciativa "Apadrina un palomar", ha rescatado un matadero para surtir de pichones a prestigiosos chef como Martín Berasategui.

En Zamora, hay otro ejemplo. Con el impulso del chef Luis Lera, nacía en Castroverde de Campos la Cooperativa de Pichones de Castilla y León, integrada por un grupo de socios que ha reabierto el único matadero de pichones que hay en la provincia, asentado en Manganeses de la Lampreana. "Lera ha puesto en el mapa a Tierra de Campos", reconoce Izaskun Villena, que añade que "ha sabido hacer del pinchón bravío su plato más emblemático y un recurso turístico".

Aunque la pandemia ha paralizado algunas iniciativas, la Fundación Rehabitar ofrece desde su puesta en marcha mucho más para poner en valor la comarca: desde rutas por Tierra de Campos hasta talleres sobre técnicas de construcción tradicionales y una constelación benéfica.

Lo que no ha tenido el coronavirus es la pasión de Villena y el resto de los socios por la conservación y la revitalización de su tierra. Porque como escribió el poeta vallisoletano Francisco Pino "solo la tierra salvada permanece". No es extraño que la Fundación Rehabitar haya elegido parte de este poema como lema de su trabajo.

 

 

Palomares, el patrimonio olvidado en Tierra de Campos