Moraleja del Vino ha vivido este fin de semana su tradicional Fiesta de la Vendimia, un evento lleno de actividades que combinaron música, cultura y tradición. Los protagonistas indiscutibles de la jornada fueron los más pequeños, quienes participaron en la tradicional pisada de uvas, un ritual que revive las antiguas prácticas enológicas.
En esta edición, Bodegas Jarreño donó 90 kilos de uva, los niños se encargaron de extraer el mosto de manera artesanal. Los participantes aprendieron técnicas ancestrales que hoy en día han sido desplazadas por las modernas prensadoras, pero que siguen teniendo un importante valor cultural y turístico.
El mosto resultante fue degustado por los asistentes, mientras que cinco miembros de la Asociación de Sumilleres de Zamora evaluaron 19 vinos caseros de la provincia en un concurso que destacó la calidad y dedicación de los viticultores locales.