Un mural humano clama en Vega de Villalobos por la salvación de su torre

Vecinos y descendientes del pueblo se reunieron el Sábado Santo para respaldar una campaña que ya ha recaudado más de 15.000 euros con el objetivo de restaurar la espadaña de la iglesia de San Román
Un mural humano clama en Vega de Villalobos por la salvación de su torre
photo_camera Un mural humano clama en Vega de Villalobos por la salvación de su torre

La tarde del Sábado Santo, Vega de Villalobos se convirtió en un símbolo de compromiso con el patrimonio rural. Vecinos de todas las edades se reunieron a los pies de la iglesia de San Román para formar un mural humano con letras de colores que clamaban: “Salvemos Nuestra Torre”. Una imagen cargada de significado en una jornada nublada pero luminosa en voluntad, que ha reforzado una campaña vecinal que en apenas cuatro meses ha conseguido reunir más de 15.000 euros.

La iniciativa, impulsada por el Comité Salvemos Nuestra Torre (SNT), busca restaurar la espadaña del templo, gravemente deteriorada. El objetivo final: alcanzar los 55.000 euros que permitirán reparar esta parte del edificio que nunca fue intervenida desde su construcción en el siglo XIX, tras una larga historia de ruina, guerra y abandono. Una memoria técnica encargada por el Obispado detalla pérdidas estructurales significativas en la parte norte del frontón, en la imposta de base y en el remate de la torre.

Un mural humano clama en Vega de Villalobos por la salvación de su torre
Un mural humano clama en Vega de Villalobos por la salvación de su torre

Elisa Sánchez, portavoz del comité organizador, agradeció la “tremenda acogida” que ha tenido el proyecto. “Estamos impresionados de ver aquí a tantos vegueses unidos por una causa común. Este pueblo pequeño ha demostrado una voluntad enorme de defender sus símbolos”, afirmó durante el acto. Sánchez anunció también la apertura de una nueva vía de colaboración mediante Bizum (código 11822), que se suma a las donaciones directas y a los eventos solidarios.

Uno de los momentos más emotivos del día fue la actuación de la Coral Benaventana en el interior de la iglesia. Con un repertorio que recorrió desde los negros espirituales hasta la música popular zamorana y la zarzuela, la coral llenó un templo que se quedó pequeño para la afluencia. Tras el concierto, los asistentes disfrutaron de una chocolatada popular, servida en tazas de cerámica creadas para la ocasión con la imagen de la torre y el nombre del patrón, San Román Abad. Las 200 unidades disponibles se agotaron rápidamente, y el comité ya planea encargar más para el verano. La recaudación total del evento ascendió a 877 euros.

La jornada contó con la presencia del sacerdote Abelardo Febrero, de 92 años, quien continúa al frente de varias parroquias de la zona, así como del director de la Fundación ZamorArte, Juan Carlos López. “Cuando una comunidad se organiza es imparable. Esta lucha por el patrimonio es también una lucha por la identidad”, subrayó López, quien respaldó públicamente el trabajo de SNT y el compromiso de Vega.

El comité ha presentado además una solicitud para acogerse al convenio entre el Obispado de Zamora y la Diputación, que podría cubrir la mitad del coste de la restauración. “Mientras tanto, seguiremos trabajando. Queremos que nuestra experiencia anime a otros pueblos a cuidar sus bienes”, insistió Elisa Sánchez.

La historia de la iglesia de Vega es también una historia de resistencia. Documentada desde el siglo XIII, el templo actual no se levantó hasta 1830, después de décadas de litigios tras la Guerra de la Independencia. La espadaña, sin embargo, quedó al margen de aquellas obras. Hoy, casi dos siglos después, el pueblo vuelve a unirse para completar la tarea pendiente. Esta vez, con sus propios medios y su propia voz.

Comentarios