La matanza: una tradición que resiste a morir en la provincia

Los datos sostienen que en la provincia se sacrificaron más de un millar de cerdos en domicilios particulares
Matanza Fermoselle
photo_camera Matanza Fermoselle. Fotografía de archivo

La tradición de la matanza se resiste en una provincia que trata de mantener una tradición que se ha ido pasando de generación en generación y que durante unos días reúne a familias enteras, vecinos y amigos en la faena de hacer provisión de la carne y todo lo que sea de provecho de los cerdos. 

Con la llegada de San Martín y el frío, el aroma a las chichas, los primeros cueros y morcillas aún se mantiene en los hogares más tradicionales de la Zamora rural en un intento por mantener una tradición y un ejercicio que antaño se basaba en pura economía de subsistencia. Una tradición que, si bien cada día se celebra menos, continúa estando presente de la mano incluso de asociaciones que pretenden mantener este patrimonio. 

Según datos ofrecidos por el Servicio Territorial, sólo en la pasada campaña 2022/2023 se procedió al sacrificio -reconocido- de 1.189 cerdos en domicilios particulares. En el caso del resto de fauna salvaje, los jabalíes siguen siendo los más numerosos con 864 sacrificios, seguido de 271 ciervos, nueve ciervas y 66 gamos. 

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