El Comienzo de un Viaje Inolvidable
Hace tres décadas y media, una joven maestra entró por primera vez en las aulas no fue en Nuestra Señora de la Paz, ya que Pilar estuvo 15 años como docente en otros centros de Zamora y provincia. Pero hace 20 años, ella llegó a Villaralbo. Pilar Muñoz se convirtió en un faro para generaciones de estudiantes, iluminando el camino del aprendizaje con su pasión contagiosa.
Amor que trasciende y pasa de las aulas a las familias
No es solo el conocimiento académico lo que la maestra Pilar ha compartido con sus alumnos; es el amor, la paciencia y el compromiso los que han dejado una marca indeleble en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de ser parte de su clase. Cada lección fue una obra maestra de empatía, cada corrección una guía para el crecimiento personal.
Lecciones que van más allá de los libros
A lo largo de los años, Pilar no solo impartió conocimientos, sino que también sembró semillas de curiosidad, resiliencia y respeto. Sus lecciones trascendieron las páginas de los libros de texto, llegando a la esencia misma de la formación integral. Muchos recuerdan a su "profe" como la guia de sus vidas, pues pilar ha sido una de ellas para muchos de los que hoy día son hombre y mujeres de bien.
Anécdotas y risas compartidas
En las aulas de Pilar, la educación no solo fue un proceso intelectual, sino también un viaje de risas compartidas, anécdotas inolvidables y vínculos que trascienden el tiempo. Su capacidad para convertir un salón de clases en un hogar es una habilidad que solo los maestros excepcionales poseen. Ella enseñó a niños no solo villaralbinos sino también a decenas de otras culturas, incluso a un ucraniano que sabemos le robó el corazón en este último año de docencia.
El legado continúa
Aunque la Maestra Pilar Muñoz se despide de la enseñanza activa, su legado perdura en las mentes y corazones de aquellos a quienes guió. Su influencia se extiende más allá de las paredes del aula, dando forma a futuras generaciones de estudiantes y sirviendo como inspiración para aquellos que continúan el noble oficio de educar.
Agradecimiento y Admiración
En nombre de padres, alumnos y colegas, expresamos nuestro profundo agradecimiento a la maestra a la amiga, a la madre, a la mujer en la figura de Pilar. Su dedicación inquebrantable, su amor desinteresado y su pasión por la enseñanza han dejado una huella imborrable en la comunidad educativa de VillaPaz.
Al despedirnos de una carrera tan distinguida, celebramos la jubilación de la Maestra Pilar Muñoz con gratitud en nuestros corazones. Su contribución al Colegio Nuestra Señora de la Paz trasciende lo profesional; es un regalo eterno que seguirá inspirando a generaciones venideras. Que esta nueva etapa de la vida le brinde la misma alegría y satisfacción que ella ha proporcionado a tantos a lo largo de los años. ¡Gracias, Maestra Pilar, por ser la luz que guió nuestros caminos educativos!
Hoy su rostro se llenó de lágrimas al ver a sus alumnos en su última función navideña, las palabras de Raúl el director se quedan cortas para todo lo que desde el otro lado del pupitre y de casa se puede ver. 35 años de docencia, 20 en Villapaz, una mujer llena de conocimientos que llena corazones y provoca ternura...gracias por tu tiempo y por tu dedicación.
Ahora es momento de su descanso, de poder disfrutar de sus dos retoños Perico y Julio, (que están criados), pero que necesitan también a su madre, y como no, de continuar el camino con su esposo Pedro, que la espera en casa con los brazos abiertos y cargados de amor, también deseando poder hacer esos viajes que se prometieron harían tras el esperado descanso.
Gracias por todo, nos seguiremos viendo por Villaralbo y disfrutando de la calma de tu voz y de la sonrisa cariñosa que ilumina tu rostro en cada saludo.
