viernes. 19.04.2024
Villa romana Orpheus en Camarzana de Tera. Fotografía: Horacio Navas Juan
Villa romana Orpheus en Camarzana de Tera. Fotografía: Horacio Navas Juan

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha visitado hoy la villa romana de Camarzana de Tera con motivo de la finalización de los estudios que se han acometido para diagnosticar los problemas de humedades que afectan al yacimiento.

En el año 2019 se detectó la presencia de humedad en puntos localizados del yacimiento. Esta situación conduce a analizar sus posibles causas y a estudiar la adopición de distintas medidas de conservación dirigidas al mantenimiento de la envolvente de los restos arqueológicos. En los años 2019, 2020 y 2022 se han realizado labores de limpieza y adecuación del conjunto mosaico.

A pesar de ello el problema persiste por lo que este año se han contratado tres estudios diferentes que abarcan distintos ámbitos para lo que se recurre a equipos altamente especializados en el campo de la geología, la arquitectura y la conservación y restauración. Estas tres líneas de investigación que se vienen desarrollando desde el pasado mes de julio han supuesto una inversión de 47.137 euros.

Además de las humedades ya detectadas, a partir del mes de septiembre de 2022 se constata la fuerte entrada de agua en el recinto como consecuencia de las importantes tormentas registradas en la zona, provocando la inundación del yacimiento. Por este motivo se realizó un encargo de urgencia para la eliminación y secado del agua de las distintas estancias de la villa y para estimar la causa de este problema. Esta actuación ha tenido un coste de 3.630 euros.

A la vista de las conclusiones iniciales de los diagnósticos contratados se constata que, desde el punto de vista del análisis del subsuelo se ha detectado que la villa está construida sobre un nivel de arcillas poco permeables que genera un acuífero colgado, que coincide con el nivel más bajo del yacimiento y que debido a la pendiente natural del terreno provoca que el agua fluya hacia el yacimiento de forma constante por lo que se puede empapar la superficie musiva en periodos de fuerte presencia de agua. Por otro lado, la propia construcción de la envolvente y la urbanización de la zona pueden interrumpir este fluido natural del agua, reteniéndola en las zonas más bajas del yacimiento.

El análisis de la problemática de la envolvente avanza otros problemas: pérdidas de sellado en los entronques de conducciones, apertura de empalmes y una posible rotura de un albañal en las arquetas y alcantarillado. También se han detectado goteras provocadas por filtraciones y por condensaciones.

Este diagnóstico sirve para poder definir el origen de los focos del daño que se constata sobre la superficie del yacimiento y marca la base de actuación a seguir para poder subsanarlos, apuntando tres líneas de trabajo: actuar en el acuífero colgado, minimizando los aportes de agua al subsuelo mediante la subsanación de los problemas de la envolvente y el secado del acuífero por medio de un pozo con líneas de tubos drenantes; reparar los focos de entrada de agua de la envolvente, rediseñando los puntos problemáticos en todos los ámbitos de la misma y en las evacuaciones a la red de saneamiento, que el Ayuntamiento debe rehacer en parte.

No obstante, para poder minimizar la entrada de agua hasta que se resuelva esta mejora del saneamiento, se está acometiendo en estos días una reparación puntual de urgencia de los entronques del desagüe del yacimiento; y una vez realizadas las anteriores actuaciones, se procedería a restaurar los daños causados sobre el tejido musivo.

La Junta estudia medidas de conservación para acabar con las humedades en la Villa...