Izquierda Unida ha mostrado su postura respecto a la instalación de plantas de biogás en Zamora y otras localidades de Castilla y León, tras una serie de reuniones con las plataformas de afectados. En uno de estos encuentros, realizado la semana pasada en Valladolid, se ha escuchado al Consejero de Medio Ambiente, quien ha defendido los proyectos de las empresas encargadas de estas plantas. A pesar de que las cifras sobre el número de proyectos han variado, se ha hablado de alrededor de 90 proyectos en todo Castilla y León, con una parte significativa de ellos concentrados en Zamora.
Juan Gascón, Coordinador Regional de Izquierda Unida, ha declarado: "Aunque hay muchas solicitudes, no todos los proyectos llegarán a materializarse. Algunos municipios han presentado proyectos duplicados en diferentes localidades para ver cuál tiene más posibilidades de ser aprobado". Esta situación ha generado incertidumbre sobre la cantidad exacta de plantas que se instalarán, lo que ha inquietado a los ciudadanos de las zonas afectadas.
En cuanto a los impactos medioambientales y sociales, Izquierda Unida ha resaltado los efectos negativos que estos proyectos pueden tener sobre el medio rural. Gascón ha indicado que, aunque la generación de biogás pueda ser vista como una fuente de energía renovable, el modelo no beneficia a los pueblos. La agricultura y la ganadería, sectores clave de la economía local, se verían gravemente perjudicados por la instalación de estas plantas, que además generarían residuos y problemas de contaminación.
Uno de los principales puntos de preocupación ha sido el consumo de agua en las localidades afectadas. "En algunos pueblos, se ha detectado un aumento en los niveles de nitratos en el agua potable, lo que podría verse agravado por la instalación de las plantas", ha señalado Juan Gascón. Además, se ha alertado sobre los riesgos para la salud pública debido a la presencia de metales pesados en los residuos generados, como plomo y mercurio. Estos elementos podrían representar un riesgo adicional para los habitantes de las zonas cercanas.
Finalmente, Izquierda Unida ha propuesto la implementación de una moratoria en la instalación de nuevas plantas de biogás hasta que se realice un debate más profundo sobre su planificación y los efectos a largo plazo. Gascón ha subrayado que "es esencial contar con la participación de la ciudadanía y de los municipios para tomar decisiones que respeten los intereses de los pueblos".
