Una iglesia 'vacía' a la espera de la restauración del alma de Fermoselle

La restauración del órgano de Fermoselle se llevan a cabo en el taller de organería Joaquín Lois Cabello, en Tordesillas. Un lugar dedicado con pasión y devoción a la construcción y restauración de órganos de tubos desde hace décadas, donde cada instrumento es tratado como una obra de arte única

A lo largo de los años, los habitantes de Fermoselle han luchado incansablemente por conservar su patrimonio, organizando conciertos, rifas y diversas iniciativas para recaudar fondos

Iglesia 'vacía' sin el órgano de Fermoselle
photo_camera Iglesia 'vacía' sin el órgano de Fermoselle

La iglesia parroquial de Fermoselle se encuentra 'vacía' ante la falta de un elemento fundamental; un testigo mudo de 250 años de historia: el órgano barroco que es el alma de la localidad. Tras largos años de espera y esfuerzo, finalmente llega el momento de su restauración; este instrumento ha sido el fiel compañero de los vecinos durante más de un siglo, impregnando el ambiente con su música celestial y su imponente presencia.

El órgano, que ha ocupado un lugar central en el corazón de Fermoselle durante 130 años, ahora está siendo desmontado con sumo cuidado para someterlo a una meticulosa restauración. Este delicado proceso se está llevando a cabo en el prestigioso taller de organería Joaquín Lois Cabello, en Tordesillas.  Un lugar dedicado con pasión y devoción a la construcción y restauración de órganos de tubos desde hace décadas, donde cada instrumento es tratado como una obra de arte única.

La filosofía de este taller se basa en el respeto por las técnicas tradicionales y el profundo conocimiento de las diferentes escuelas de organería. Desde la investigación histórica hasta la construcción de cada una de las partes del órgano, se aborda este trabajo con un enfoque integral y meticuloso. Cada tubería de metal y madera, cada pieza mecánica, el mueble, las policromías y dorados son tratados con el máximo cuidado y atención al detalle.

Pero la restauración de este tesoro musical va más allá de la mera técnica: es el fruto de la perseverancia y la unión vecinal. A lo largo de los años, los habitantes de Fermoselle han luchado incansablemente por conservar su patrimonio, organizando conciertos, rifas y diversas iniciativas para recaudar fondos. Su esfuerzo conjunto ha dado sus frutos, culminando en la recaudación total del importe necesario para la restauración.

El órgano, que data del siglo XVIII y figura entre los más relevantes de España, ha sido testigo de múltiples cambios y vicisitudes a lo largo de su historia. Desde su origen en el Convento de las Comendadoras de San Juan de Jerusalem en Zamora hasta su traslado a Fermoselle en 1894, ha sido parte integral de la vida religiosa y cultural de la región. Aunque han pasado más de 50 años desde que sus armoniosas notas resonaron por última vez en el templo parroquial, este órgano sigue siendo un símbolo de la identidad y la historia de Fermoselle. 

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