La fibra óptica continuará su expansión por la Zamora rural: 15.700 familias dispondrán de ella de aquí a 2024

La infraestructura, clave contra la despoblación, dará servicio a vecinos con conexión de baja calidad o que carecen de ella en Salamanca, Ávila, Zamora, León y Valladolid

El Gobierno confirma la inversión de 30 millones para instalar Internet ultrarrápido en esas provincias, 19 en subvenciones y 11 de fondos privados que aportará Adamo

Despliegue fibra óptica
photo_camera Despliegue fibra óptica

Unos 15.700 hogares de la Zamora rural accederán entre 2023 y 2024 a la conexión de fibra óptica, gracias a la subvención por valor de 6,1 millones de euros (4,1 millones en subvenciones a los que hay que sumar otros dos millones de capital privado). 

En total cerca de 72.000 familias que residen en zonas aisladas y dispersas de Castilla y León tendrán, por fin, acceso a Internet de alta velocidad. Se trata de vecinos que hoy cuentan con una señal de bajo rendimiento o que, directamente, carecen de conexión.

Así lo confirmó anteayer el Gobierno, al ratificar el resultado provisional de la segunda convocatoria del Programa ÚNICO-Banda Ancha, financiado por Next Generation EU y dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El operador Adamo, principal adjudicatario a escala nacional de las subvenciones comunitarias para extender fibra en áreas rurales (312.000 viviendas en 17 provincias), será la empresa que llevará a cabo el cableado en cinco regiones de Castilla y León. Para ello, recibirá más de 19 millones, cantidad que completará con 11 millones de capital privado hasta rebasar los 30 millones de presupuesto total. El plazo para ejecutar los trabajos incluye los años 2023 y 2024.

Salamanca será la provincia más favorecida por este nuevo despliegue de red al llegar a más de 20.500 hogares de la provincia, seguida de Ávila (16.700) y Zamora, mientras que en Valladolid la red únicamente se extenderá por otros 4.300 hogares.

Los trabajos de Adamo marcarán un antes y un después en la vida de esas 72.000 familias, puesto que pasarán a realizar con garantías, con una conexión a Internet de calidad, actividades que hoy resultan de lo más habitual: teletrabajo, educación online, compras por Internet, citas médicas telemáticas o disfrutar de videojuegos, series y películas en remoto, entre otras. Ello sitúa a la fibra óptica como un elemento fundamental para fijar habitantes en el territorio, como una herramienta imprescindible en la lucha contra el fenómeno de la despoblación, un mal que afecta a numerosos pueblos de Castilla y León.

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