miércoles. 24.04.2024
Manifestación Faramontanos de Tábara contra las macrogranjas.
Manifestación Faramontanos de Tábara contra las macrogranjas.

La Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara se concentró este domingo en Faramontanos de Tábara. Una manifestación para oponerse a la implantación de dichas "macrogranjas", una polémica que ha animado a la asociación vecinal a salir a la calle, de nuevo, para mostrar su oposición a dichas granjas industriales y exigir el posicionamiento político pertinente. 

Manifestación Faramontanos de Tábara contra las macrogranjas.

La concentración que tuvo lugar en la Plaza Mayor de Faramontanos de Tábara, contó con la lectura de un manifiesto de rechazo a la implantación de granjas industriales. 

Este es el manifiesto:

De forma pacífica, sin violencia y sin responder a intereses políticos, partidistas o económicos, al margen de cualquier tipo de manipulación o engaño, los vecinos de la comarca de Tábara estamos este domingo aquí, en la plaza de Faramontanos, para volver a mostrar nuestro rechazo a las macrogranjas. 

El problema de las granjas industriales porcinas sigue ocupando un espacio importante en la agenda política de España y también en la campaña electoral en Castilla y León. La polémica por las declaraciones del ministro de Consumo sigue viva y está permitiendo mostrar a las claras los intereses políticos y económicos que se esconden detrás de estos proyectos, por mucho que insistan en decirnos que se trata de granjas de pequeños y medianos ganaderos de los pueblos. 

Hemos podido escuchar cómo algunos políticos defienden a capa y espada este tipo de macrogranjas. Se erigen en defensores de los agricultores y de los ganaderos. Nos parece muy bien que desde las instituciones se apoye a un sector que es tan importante en la economía de Castilla y León, pero hay que recordar que no solo de agricultores y ganaderos vive la comunidad autónoma. Que en Castilla y León vivimos otras muchas personas también en el medio rural y que la obligación de los políticos es velar por el futuro de todos los ciudadanos de esta comunidad autónoma. 

Y en ese velar por nuestro futuro debe estar una política que impida el desarrollo de las granjas industriales porcinas. No es solo cuestión de que a vecinos como nosotros nos produzca rechazo este tipo de producción ganadera. La contaminación del aire, del agua y el suelo de estas granjas está más que demostrada, así como el impacto económico que tienen en el medio rural. Las macrogranjas limitan el desarrollo de otro tipo negocios en el medio rural, pero además suponen un ataque directo a la ganadería de nuestros pueblos. Hemos visto que este tipo de ganadería industrial se come a las medianas y pequeñas explotaciones, ganaderos a los que se les fuerza a entrar en el mecanismo industrial o cerrar sus explotaciones y quedarse en la ruina.  

Desde la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara volvemos a decir que esta polémica nos satisface porque nos está permitiendo debatir sobre un grave problema que tiene Castilla y León y que hasta ahora había permanecido prácticamente oculto. Estamos viendo que hay alternativas, siempre y cuando hay voluntad política para ponerlas en marcha. En Castilla-La Mancha han aprobado una moratoria, de modo que el Gobierno regional dejará de conceder licencias a nuevos proyectos hasta que haya una ley de carácter estatal que regule las macrogranjas.  

Si en Castilla-La Mancha se ha podido hacer, ¿por qué no se hace en Castilla y León? En nuestra región se ha hecho más bien lo contrario. En plena pandemia, cuando todo el mundo estaba preocupado por los contagios y por las muertes de personas, el Gobierno de la Junta de Castilla y León modificó la normativa para que fuese mucho más sencillo instalar macrogranjas. Ahora, se les llena la boca hablando del medio rural. Sin embargo, algunos siguen insistiendo en estos modelos industriales que lo único que traen a los pueblos es contaminación y pobreza. 

Hemos vuelto a oír que Castilla y León no tiene problemas de contaminación por nitratos, ni se ha registrado un aumento de la contaminación ante la proliferación de las macrogranjas. De nuevo, la Junta nos demuestra cuál es su política: dejar hacer, dejar pasar el tiempo. Cuando se registre esa contaminación, cuando los análisis del agua y los suelos demuestren que teníamos razón, entonces ya no habrá nada que hacer. Las macrogranjas habrán contaminado nuestro campo y, entonces, ya dará igual que se limiten las macrogranjas o incluso que se prohíban, como en otros territorios, pues el daño ya estará hecho. Mientras, algunos se habrán llenado los bolsillos a costa del futuro de nuestros pueblos. 

También estamos hartos de ver que algunos quieren centrar el debate de las macrogranjas en la calidad de la carne, dejando a un lado consciente y voluntariamente el problema de los purines. Todos aquellos que defienden este tipo de producción industrial se olvidan intencionadamente de que generan miles de litros de purines. Éstos se esparcen en nuestras tierras causando una importante contaminación de suelos, de aguas y de aire. Pero, claro, de eso mejor no hablamos y no lo hacemos porque, contra esa contaminación, no tenemos más herramientas que prohibir las macrogranjas y no queremos hacerlo. 

La Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara está compuesta por vecinos del medio rural preocupados por el futuro de sus pueblos. Somos simplemente ciudadanos, nuestro movimiento no responde a intereses partidistas, políticos o económicos. Rechazamos la violencia y criticamos que se utilice un tema tan importante para una guerra política. Lo ocurrido en Lorca nos entristece y nos preocupa. Se manipula y se engaña a la ciudadanía, también a los ganaderos. Un debate sano se radicaliza y acabamos viendo cómo se asaltan administraciones cuando intentan limitar el desarrollo de macogranjas. 

Lo ocurrido en el Ayuntamiento de Lorca nos preocupa porque, como vecinos que luchamos contra las granjas industriales, sabemos lo difícil que es que las instituciones pequeñas puedan hacerle frente a movimientos políticos y económicos. Lo hemos visto en Zamora. En Pozoantiguo, el Ayuntamiento ha conseguido frenar la implantación de macrogranjas modificando, dentro de sus competencias, normativas municipales. También sabemos que han tenido que soportar muchísimas presiones políticas, de la Diputación y de la Junta. Así que ver cómo se asalta un ayuntamiento y algunos políticos lo justifican, nos preocupa mucho. 

En una semana los ciudadanos de Castilla y León estamos llamados a las urnas. Nos toca votar para elegir cuál será el gobierno de la Junta durante los próximos cuatro años. Nosotros pedimos mensajes claros de los políticos sobre el problema de las macrogranjas,  para que los votantes sepamos cuál es su postura el día 13 de febrero.

E, independientemente del resultado electoral, la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara reclama a la Junta de Castilla y León que ponga freno al desarrollo de las macrogranjas, que establezca una moratoria en la concesión de nuevas licencias. Exigimos que defienda, de verdad y no solo de boquilla, el medio rural y que no lo convierta en un estercolero. El gran problema de la región es la pérdida de población pero con las macrogranjas solo seguimos expulsando a gente del medio rural, quitándoles todas las opciones de desarrollo personal y profesional.

 

Faramontaros vuelve a tronar contra las "macrogranajas"