La Ermita de Venialbo, herida y olvidada: tres meses de espera y ninguna solución

En Venialbo, la sabiduría popular resume lo que está ocurriendo con una frase que encierra una verdad incómoda: “entre unos y otros, la casa sin barrer”.
Ermita Venialbo
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Así está la Ermita del pueblo, un lugar simbólico, querido y cargado de historia que, tras sufrir daños importantes en enero, sigue esperando una solución que no llega.

El pasado 14 de enero, un camión que tomaba una curva próxima a la carretera junto a la Ermita impactó contra su fachada lateral, arrancando parte de las piedras superiores junto al tejado. Afortunadamente, no hubo heridos, pero los daños materiales son considerables y, lo peor, empeoran con el paso del tiempo.

Desde el primer momento, una vecina alertó al Ayuntamiento del suceso. La respuesta fue clara: la competencia del patrimonio eclesiástico es del Obispado. Desde el Consistorio, sin embargo, no se han cruzado de brazos. El alcalde ha confirmado a Zamora News que se están dando pasos para entrevistarse con el párroco y con representantes del Obispado, con el objetivo de buscar una solución conjunta. Si esta vía no prospera, el Ayuntamiento valora establecer medidas de presión para que se actúe cuanto antes.

 Una ermita que es historia viva

La Ermita de Venialbo no es un simple edificio. Es memoria y tradición, sede de la Cofradía de la Vera Cruz, y durante décadas acogió el antiguo cementerio del pueblo. Aunque su uso ha disminuido, sigue albergando actos religiosos de gran simbolismo para los vecinos.

La preocupación de los venialbinos es evidente: si no se actúa pronto, las lluvias primaverales agravarán los desperfectos, afectando no solo al tejado, sino también al interior. “Si me dejaran, yo en una mañana lo arreglaba”, aseguraba un vecino frustrado al ver la inacción administrativa.

¿De quién es la responsabilidad?

La pelota parece estar en el tejado del Obispado. Según fuentes municipales, la vecina que informó al Ayuntamiento también trasladó el aviso a la Diócesis, obteniendo como respuesta que se tomaría nota y se activarían los mecanismos necesarios. Tres meses después, la fachada sigue dañada y no se han ejecutado obras de emergencia para prevenir males mayores.

El alcalde de Venialbo insiste en que, aunque el edificio no sea competencia directa del Ayuntamiento, no se cejará en el empeño: “La ermita es parte de la identidad de nuestro pueblo y no vamos a mirar hacia otro lado”.

La voz del pueblo

Mientras tanto, los vecinos asisten, impotentes, al deterioro progresivo del templo. Muchos temen que pasen otros tres meses, o incluso un año, sin que se haga nada. Y no es solo una cuestión estética o religiosa: es una señal más de la desidia que hace agonizar a los pueblos pequeños.

“No se puede permitir que nuestro patrimonio desaparezca por falta de voluntad”, dicen quienes ya han visto demasiadas veces cómo la burocracia ahoga la acción directa. La lógica más simple sugiere lo contrario: actuar con urgencia, apuntalar, proteger y luego tramitar. No dejar que la lluvia ni el abandono terminen por deshacer lo que tantas generaciones conservaron.

 Un llamamiento a la acción

Desde Zamora News nos sumamos a la petición de los vecinos de Venialbo: que se tomen medidas inmediatas, aunque sean provisionales, para cubrir y proteger la zona dañada de la Ermita. Que la Comisión de Patrimonio, el Obispado y el Ayuntamiento encuentren una solución rápida y conjunta. Que, esta vez, la casa se barra entre todos.

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