El contagio de dos trabajadoras ha obligado a blindar la residencia Matías Alonso de Villarrín de Campos, de propiedad municipal pero gestionada por Cáritas. Tras conocerse los positivos, los responsables del centro residencial han aislado a los usuarios en las habitaciones para que no compartan espacios comunes, según confirmó el director de Cáritas, Antonio Martín Lera.
Tanto residentes como trabajadores ya se han realizado las pruebas PCR, pero hasta que no estén los resultados los usuarios de la residencia permanecerán confinados en sus habitaciones. Tampoco se permitirán visitas, tal y como marcan los protocolos sanitarios.
Una de las empleadas contagiadas reside en Manganeses de la Lampreana, zona en la que los Servicios Epidemiológicos de la Junta de Castilla y León en Zamora han declarado un brote de la COVID-19, localizado en la Zona Básica de Salud de Campos-Lampreana.
Este foco, de ámbito sociosanitario, suma un total de 5 positivos en las pruebas PCR que se les han realizado. La otra empleada de la residencia reside en Benavente.
El alcalde de Manganeses de la Lampreana, Juan Carlos Bueno, apela a la tranquilidad y niega que los contagios provengan del entierro que se celebró en el municipio hace 15 días y al que asistió la trabajadora de la residencia de Villarrín de Campos.
Por su parte, la Dirección General de Salud Pública, a través del Servicio Territorial de Sanidad en Zamora, está realizando el estudio de contactos de la persona infectada. Sanidad informa que, de momento, no hay ningún hospitalizado.
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