La Enfermedad Hemorragica Epizoótica continúa extendiéndose aprovechando la ausencia de vacuna y medidas más allá de las meramente preventivas. La situación en la provincia deja hasta el momento 39 explotaciones afectadas, especialmente en la comarca de Sayago más cercanas a Ledesma donde se declaró un foco, pero también en Fuentesaúco y Zamora. Son las tres únicas unidades veterinarias afectadas por el momento en la provincia.
Por el momento ya son 152 las cabezas de ganado vacuno que presentan síntomas claros por la EHE, de las cuales 12 han fallecido a fecha del 28 de agosto. Ello deriva en un 1,2% de mortalidad atendiendo a las comunicaciones de los propios ganaderos a los veterinarios de la Unidad Territorial.
Todos estos casos se limitan a las ocho explotaciones afectadas a nivel oficial según el Servicio de Unidad Territorial y a las que se podrían sumar otras dos alertas procedentes de ganaderías de Cabañas de Sayago. Durante esta misma jornada se tomarán muestras en estos nuevos puntos para valorar si hay casos positivos.
Estas ocho ganaderías -la mayoría de las comarcas de Sayago y Bajo Duero- contemplan un censo total de mil cabezas de vacuno analizadas, sobre las que se realizaron un total de 48 muestras en base a animales que presentaban una mayor sintomatología evidente (27) y a las que se han sumado otras con sospechas pero sin sintomatología clara. De esas muestras el 97,9%, un total de 47 las reses, han dado positivo y que se traduce en un 1,2% de mortalidad.

A esos casos podrían sumarse ahora nuevos casos teniendo en cuenta que se han notificado en un único documento esas 39 explotaciones que también ponen de manifiesto posibles afectaciones por la enfermedad que hasta hace unos meses se limitaba a América del Norte, África y Asia.
Así lo ha avanzado la delegada territorial de la Junta, Leticia García, acompañada por la jefa del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Rosa Alonso, y el jefe de la Sección de Sanidad Animal, José Emilio Yanes. La delegada ha remarcado que se trata de una “situación dinámica” que obliga a realizar un seguimiento continuo. García ha adelantado estos datos minutos antes de la reunión que ha mantenido con las organizaciones profesionales agrarias y los ganaderos afectados.
Al tiempo se ha remarcado que la enfermedad no supone problema en el movimiento o consumo de los productos animales, de modo que se puede consumir o comercializar con su carne, leche o piel sin que suponga ningún menoscabo a la excelente calidad de los productos derivados del ganado vacuno en Zamora.
La provincia alberga un total de 1.712 explotaciones bobinas con un total de 126.000 animales. Un censo más que considerable que da buena muestra de la preocupación despertada entre los ganaderos zamoranos.

Los trabajos ahora exigen el control y revisión de todos y cada uno de los casos remitidos para “depurar la lista” -evitando posibles duplicidades- y enviar un documento sobre la afectación real al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Desde la Delegación han remarcado su la importancia de tratar de buscar una vacuna que permita luchar contras esta enfermedad provocada por el mosquito de la familia culicoides.
Una de las medidas que se recomienda para el control de la enfermedad consiste en el empleo de insecticidas y repelentes autorizados para controlar al mosquito que actúa como vector de transmisión. También se recomienda en la medida de lo posible facilitar el acceso a agua y comida por parte de los animales, y por último el tratamiento de los síntomas con los medicamentos necesarios, entre los que, salvo que haya otra prescripción veterinaria en contra, no se encuentran los antibióticos.
La EHE es una enfermedad de declaración obligatoria, que debe ser comunicada a los servicios veterinarios oficiales en el plazo de 24 horas, y que además de por el cumplimiento de la normativa es conveniente realizar la comunicación para permitir un mejor conocimiento de la enfermedad para poder tomar las medidas necesarias.
La delegada territorial ha recordado que todas las medidas que se adopten en esta materia además de ajustarse a la normativa europea que siempre es de aplicación en materia de sanidad animal, también dependen de las instrucciones del Ministerio de Agricultura, así como de aquellas que se ordenen por parte de los servicios centrales de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.