Bodegas Pascual Fernández, Frontera Natural, y Bodegas y Viñedos Bruneo ya forman parte de la DO de Arribes.
Pascual Fernández nace con la ilusión y confianza que toda la familia tiene en las enormes posibilidades del territorio de
Arribes del Duero. Un territorio conservado de forma natural a lo largo de los siglos y que presenta características medioambientales de tan elevada calidad y conservación que garantiza una aportación diferenciada y única, con valores propios que aportan personalidad y originalidad y que ayudarán a convertir a nuestros grandes vinos en auténticas joyas
de la viticultura actual.
La Bodega realiza una apuesta clara por modernizar la elaboración con uso de materia prima de primerísima calidad, en gran parte de parcelas centenarias asomadas alDuero y que durante siglos han ido formando un "terroir" que impregna los vinos de una personalidad única e inigualable, diferenciada y que consigue poner de acuerdo tanto a grandes profesionales como a todos los amantes del vino.
Fermoselle es tierra de grandes Vinos, y Frontera Natural llega para que, con la misma humildad del terruño de nuestro pueblo, con esa humildad que ha permanecido a lo largo de siglos, "nosotros podamos realizar nuestra pequeña tarea al
frente de la elaboración de joyas que hagan disfrutar a los amantes del vino".
La naturaleza ha ido trazando e impregnándose de las características de una tierra de Frontera, casi virgen, que ahora entrega en las laderas del Duero todo su esplendor a los viñedos, y que en nuestras manos, solo recibirán el cuidado y esmero que permitirá "domar" la fuerza y personalidad para lograr vinos únicos.
La bodega ha recuperado las "bodegas subterráneas" centenarias existentes bajo tierra y que se encontraban bajo la moderna instalación realizada en la Calle Subida Fontanicas, y que ahora contribuirán a aportar el espectacular espacio para
que los vinos pasen el tiempo durmiendo y mejorando en las barricas de rRoble y en los durmientes de botellas que terminarán de redondear los preciados vinos antes de su puesta de largo.
Las bodegas que durante siglos tuvieron diferentes usos, incluso purificadores con sus pozos de Siete Peldaños, ahora las hemos preparado, con el máximo respeto a lo existente y a su historia, para que se conviertan en "templos" de la calma y la
tranquilidad, aportando a nuestros vinos, ese "reposo" bajo tierra, en barrica y botella
que les hará grandes y únicos.
Los Siete Peldaños, que siempre han permanecido en silencio en las bodegas subterráneas, permitiendo el acceso a estas o a los pozos de purificación de su interior, ahora, a partir de marzo saldrán a la Luz, y será nuestra seña de identidad.
En la bodega se elaboran vinos blancos y tintos, de las variedades propias de nuestro territorio, y con elaboraciones diferenciadas, que al final aportarán riquezas y personalidades propias de cada edición de cada vino, pero siempre con una identidad, tanto en Blancos como en Tintos, la esencia del Terroir Único del Espacio Natural y el
Duero en Arribes.
Bruneo nace de una pasión por recuperar variedades de uva muy escasas y únicas en el Parque Natural de Arribes del Duero. Estas uvas son las de las variedades Bruñal, Juan García y Malvasía de Arribes, que nacen en cepas viejas de entre 70 y 120 años arraigadas en bancales soleados de suelos graníticos en el entorno del cañón fluvial del río Duero.
Elabora vinos exclusivos siguiendo métodos tradicionales y criterios de cultivo ecológico para "distinguirnos de los estándares vitivinícolas potenciando la tipicidad y singularidad de la comarca y elaborando lo más artesanal
posible nuestros vinos para conseguir ediciones exclusivas y muy limitadas" en la producción devbotellas con tres referencias diferentes: Bruneo Bruñal, Bruneo Juan García y Bruneo Malvasía.
"Nuestra misión consiste en crear unos vinos 100% ecológicos de alta calidad" cumpliendo así con
un objetivo muy importante: la sostenibilidad agroambiental.
Asimismo, "queremos crear una visión nueva sobre la "España olvidada", una percepción que sea lo más atractiva posible para potenciar el crecimiento de estas zonas despobladas de nuestro territorio nacional".
La crianza de los vinos se realiza en barricas de roble francés y dentro de la bodega histórica en la villa de Fermoselle. En este espacio se mantienen unas temperaturas constantes de 14 grados y una humedad óptima para su maduración. Tanto las zonas de elaboración como las de fermentación permanecen en lugares que hablan de la historia vitivinícola en su
concepto más clásico.
La bodega histórica subsiste como ejemplo de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. El aislamiento térmico natural es y perdurará como modelo de eficiencia energética.
La bodega está creada para una renovación del sistema del aire natural que favorece la ventilación. "Para nosotros esta enseñanza ancestral ha supuesto un modelo a seguir para tomar conciencia de la importancia de llevar a cabo acciones
concretas para aliviar el cambio climático".
En la actualidad, el Consejo Regulador cuenta con 18 bodegas repartidas en diferentes municipios de las provincias de Salamanca y Zamora y agrupa un total de 190 viticultores que explotan 272 hectáreas.
