50 años de campamento es todo un libro con muchos capítulos y páginas, así definía don Paco el que fuera párroco de San Lorenzo y ahora lo es de Alviar, la historia de una idea que se le ocurrió a este tabarés con más de 70 años encima.
En 1973 casi nada, hace 50 años que a Don Paco le inspiró este pequeño pueblo sanabrés un lugar de ocio para los veranos de los niños de Zamora y en concreto de la parroquia de San Lorenzo que entonces tenía como iglesia un garaje que estaba situado en la calle Núñez de Balboa.
Cuantas historias cuantos acontecimientos, han ocurrido desde entonces, medio siglo de anécdotas y de días de trabajo cientos de miles de horas de familiaridad y trabajo colectivo para conseguir un resultado que diez lustros después tiene un resultado espectacular, más de 7000 niños y niñas han podido disfrutar de veranos ambientados en la naturaleza y con la solidaridad y los valores cristianos como bandera.
En el día especial de este cincuenta aniversario cerca de 300 personas se reunían en Sejas de Sanabria.
Don Paco hizo un resumen de todo lo acontecido en estos cincuenta años con la alegría de todo lo compartido como principal precepto.
Historias y casas de inicio hasta la construcción del albergue.
El primer campamento fue de chicos el segundo ya fue mixto. Fue en 1979 cuando se empezó a dormir ya en el albergue donde las obras se iniciaron tres años antes. En un principio el campamento se hacía en casas prestadas por los vecinos para que los niños pudieran dormir bajo techo. La comida en caneco de aluminio y el agua en cantimplora, los sacos de dormir y las necesidades básicas cubiertas en casas que al final pasaron a ser un albergue con todas las comodidades, pero donde internet tiene verdaderos problemas para llegar.
Campamento es aventura.
Así definía también don Paco esos días de asueto para los pequeños de la casa, una gran aventura.
Aventura también para los 10 niños y niñas ucranianas que han compartido la historia de estos 50 años y de los que se hacia un recordatorio especial pidiendo el fin de las hostilidades contra el pueblo ucraniano en la eucaristía donde las ofrendas han sido variopintas y donde también se ha reconocido por parte del alcalde de Sejas la labor que durante estos 50 años se ha llevado a cabo en la localidad dando alegría veraniega a todos los que vuelven en esta época del año al pueblo.
La Virgen de la Ribera ha sido " la mamá" del Campamento durante estos años y no ha habido celebración en la que no estuviera presente, por ello también en el día del aniversario ha sido la imagen principal en toda la jornada. Ha sido portada por los fieles desde la Ermita hasta la Iglesia de Sejas y de ahí cargada hasta la puerta del albergue donde se ha celebrado la jornada festiva.
21 matrimonios, ninguno se ha descasado, comentaba Don Paco, esa es una más de más cifras con las que este campamento lleva el recuerdo de más de 7000 niños y niñas por todo el mundo.
"Las obras grandes se llevan a cabo gracias a la perseverancia"
Y así llegaba el capítulo de los agradecimientos.
Manuel Fariña aportó los primeros de los 100 sacos de cemento y en el día del 50 aniversario se reconoció su especial ayuda en aquellos momentos de penuria económica y de mucho esfuerzo de todos. Don Paco agradecía emocionado a todos los que ayudaron a poner piedra sobre piedra y ladrillo sobre ladrillo un albergue que hoy en día es todo un baluarte para el ocio en la naturaleza.
Los bancos son del ex Cuartel Viriato, los lavabos son de la Universidad Laboral, y la "Autovía" de llegada a Sejas gracias a la Diputación de Zamora dirigida en aquellos días por Mayte Martín Pozo que asistió también a la jornada con su marido y comentaba que su hija había pasado todos sus veranos hasta llegar a la Universidad en este especial lugar de la provincia de Zamora. Al evento acudió también Clara San Damián a la que don Paco aprovechado que el rio negro pasa por allí pidió una piscina, a poder ser "climatizada".
Esfuerzo y solidaridad, un gran regalo de vida.
Un abuelo ya, el señor Ricardo uno de los constructores del albergue ofreció una de sus poesías en plena eucaristía, uno de los actos que habían preparado con esmero Toño Sánchez y Raúl Alonso dos de los brazos de Don Paco en este especial Sejas 2022.
Diez lustros de emociones y alegrías, cincuenta años del Campamento de Sejas, que han dado para mucho a los asistentes que tras la misa han sido invitados a un vermut a las puertas del albergue.
Posteriormente a una comida familiar y a partir de las 5 de la tarde juegos y proyecciones de videos, visita al albergue y por supuesto paseo hasta el río Negro esa piscina natural que baña la localidades han sido parte de las actividades de una jornada inolvidable.
Un día en el que se ha pedido colaboración de todos los asistentes para ayudar a realizar una exposición de recuerdos de todos los que han pasado por Sejas durante este medio siglo.
Este albergue ha sido motivo de alegría y educación en valores, también en el esfuerzo constantemente y laboral pastoral de un hombre que deja como impronta un reguero de cariño y enseñanzas solidarias que perviven entre los más de siete mil niños y niñas que han recordado y recordarán para siempre Sejas de Sanabria, el Lago, Mombuey y todas las localidades cercanas además de una canción de despedida que marca el lugar y a las personas que lo viven.
Todos los asistentes tuvieron un obsequio de parte del campamento, con el anagrama del 50 aniversario de su creación.
"Llegado ya el momento de la separación cantemos compañeros una canción de amor... Que no nos separemos, que un mismo corazón nos una para siempre y nunca diga adiós"
Gracias a todos los que hicieron posible esta gran obra de compañerismo, amor y solidaridad, monitores, proveedores, vecinos de la localidad y también como no a los que ya no están para quienes el recuerdo pervivirá para siempre porque de ellos es también parte del albergue.
