
Ecologistas en Acción Zamora ha denunciado que "recientemente se ha talado un bosquete lineal de álamos asociados al Arroyo del Molino, dentro del término municipal de Pozuelo de Tábara. La longitud de la intervención alcanza unos 400 metros de largo. Un atropello que se comete en casi todos los pueblos y que no tiene ninguna justificación racional en momentos tan delicados de crisis climática y donde el arbolado resulta nuestro mejor aliado natural frente al aumento de las temperaturas a causa del efecto invernadero".
Desde Ecologistas en Acción Zamora se considera "incongruente esta situación ya que coincide con el momento más delicado del año para muchas especies: el periodo de reproducción. De hecho, cualquier intervención en las masas forestales en pleno mes de mayo puede generar molestias graves para las aves o mamíferos que nidifican o descansan en ellas y puede llevar al traste a decenas de nidos, camadas o polluelos. Oropéndolas, cornejas negras, palomas torcaces, autillos o alcotanes son algunas aves que se pueden ver afectadas por las talas a matarrasa de estos árboles. Corzos, tejones, zorros o conejos también pierden su hábitat de reproducción tras estas intervenciones".
Por otro lado, "teniendo en cuenta la enorme pérdida de superficie forestal derivada de los incendios forestales acaecidos el pasado verano, mantener en pie los bosquetes cercanos debería ser una lógica prioridad para proteger a la fauna. Su relevancia como lugar de descanso o de reproducción para muchas especies debería justificar una prórroga en su explotación hasta esperar al crecimiento de la vegetación en las zonas incendiadas en 2022. Además, estas masas forestales tienen una importancia transcendental como corredores para numerosas especies de vertebrados e invertebrados que usan su cobertura lineal para desplazarse o dispersarse; pensemos en corzos, lobos, turones, erizos, anfibios, oficios, etc. Además, el acceso a la zona de maquinaria pesada supone, junto a las molestias y a la pérdida de hábitat ya descritas, impactos como la compactación de los suelos o la conformación de las capas freáticas".
Desde Ecologistas en Acción "solicitamos a la Junta de Castilla y León otro modelo de gestión forestal que considere un parón en las autorizaciones de talas (como mínimo entre marzo y agosto) y a la Confederación Hidrográfica del Duero que evite avalar estas intervenciones primaverales junto a los cauces".