Zamora, no solamente destaca por su arquitectura histórica y sus paisajes pintorescos, también lo hace por una gastronomía que cautiva a los paladares. La fusión de tradición y creatividad se manifiesta en platos típicos que reflejan la autenticidad y el amor por la cocina. Desde sus antiguas raíces hasta las mesas contemporáneas, la gastronomía zamorana sigue cautivando a los amantes de la buena comida.
El arroz a la zamorana se considera una de las especialidades más populares y más solicitadas en los restaurantes de la provincia. Se dice que el plato procede de los pueblos de la comarca de Aliste. Un plato más que arraigado; en 1890 ya se servía puesto que aparece en la lista de las recetas de la guía de cocina denominada 'El Practicón'. La sopa de ajo es el plato típico de la Semana Santa, aunque también es más que bien recibido en los días más fríos. Sopas de ajo es hablar de Zamora, en sus diferentes variaciones y componentes; un baluarte.
Para sumergirse en la gastronomía zamorana y hacer frente a las bajas temperaturas, tenemos el cocido zamorano. Es ciertamente este cocido similar en contenido al cocido gallego y al cocido maragato, aunque posee algunas diferencias como la mezcla de ingredientes diferenciadores como el arroz y unas judías blancas. Existen recetas más o menos populares, así como fiestas temáticas que favorecen y divulgan su preparación a lo largo de la provincia. Suele prepararse tras las matanza cuando los chorizos empiezan a estar maduros.
Otro de los platos típicos de Zamora es el bacalao a la tranca. Un plato más que típico y que se consume durante todo el año pero que es en la Cuaresma cuando más aceptación tiene. Y, cómo no, el dos y pingada, el plato más demandado del Domingo de Resurrección. En Zamora hay plato para cada festividad; San Antón bendice los estómagos con la San Antonada, una comida más que contundente y que consiste, básicamente, en un plato de alubias con matanza de cerdo.
Conocida por todos, está la ternera de Aliste reconocida por su terneza y sabor inigualables. Criada en las praderas de la comarca, esta carne es la base de platos tradicionales como el estofado alistano. La cocina tradicional zamorana tiene entre sus ingredientes más característicos el habón sanabrés, una judía blanca que se caracteriza por su gran tamaño. Y, en la gastronomía de Zamora también hay un espacio para el embutido; el chorizo que se elabora en la provincia está amparado con la marca de garantía 'Chorizo zamorano' y se puede encontrar desde dulce hasta picante. Y, el queso, que abarca los elaborados y curados en el corazón de Zamora; un auténtico símbolo gastronómico.
Descubrir la gastronomía de Zamora es adentrarse en una experiencia culinaria arraigada en la historia y marcada por el respeto a los ingredientes locales. Cada bocado cuenta una historia, y cada plato refleja la pasión de esta región por preservar sus auténticos sabores.