
Desde Cuba hasta Benavente, Toro y Sayago. En total, dieciocho personas -ocho trabajadoras- que llegan a la provincia para cuidar de los mayores que habitan en las zonas rurales. También para luchar contra la despoblación.
Con ellas han llegado sus familias con tres niños menores de 12 años y un bebé, algo que servirá para revitalizar los centros educativos en zonas tan despobladas y especialmente carentes de familias jóvenes con hijos pequeños.
A falta de una familia que aún está por llegar, la delegada Territorial, Leticia García, ha recibido esta jornada a estas personas que llegan en busca de sus raíces porque, todas ellas, tuvieron antepasados en la provincia.
“Gracias por permitir que este sueño se haga realidad. Hemos venido a la tierra de nuestros antepasados y es un gozo estar acá. Saber que ellos hicieron una trayectoria tan larga para llegar a América y nosotros hoy venimos a Zamora”, ha apuntado una de las cubanas que llega a la provincia dentro del programa “Reto Zamora”.
Este proyecto consiste en atraer y arraigar en a la provincia a personas interesadas en trabajar en el ámbito de los Servicios Sociales y a sus familias.
Las ocho mujeres llegan con contratos indefinidos para que hagan aquí “su programa de vida”, según ha recalcado García, para trabajar en un modelo de cuidados de atención en red, en medida de las necesidades que se requieran. Un proyecto con doble función: el cuidado a personas vulnerables y revertir la despoblación que sufre Zamora.
El proyecto de la Junta es una apuesta de lucha contra el fenómeno de la despoblación a través del fortalecimiento de los servicios sociales de Castilla y León y en especial del nuevo modelo de atención centrado en la persona en los núcleos rurales. Algo que requiere la contratación de trabajadores cualificados en los cuidados de larga duración que residan en tales municipios, lo que, en no pocas ocasiones y sobre todo en los núcleos rurales menos poblados, ofrece muchas dificultades.