Coreses ha inaugurado este viernes la exposición de su hijo predilecto, Ramón Álvarez, escultor e imaginero de sobra conocido en la escena zamorana al ser el autor de tantas imágenes de la Semana Santa. Este año su pueblo natal le rinde homenaje por el bicentenario de su nacimiento con una exposición donde ensalza su vida y su obra, y también de la de quienes aprendieron de él.
Un evento conmemorativo importante que reunía a instituciones, con la presencia del Subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, y el resto de autoridades de distintas instituciones vinculadas a la exposición. También a sus vecinos que llenaron las salas expositivas para ver las obras del artista.
La muestra, que se encontrará abierta del 18 de julio al 7 de agosto en en Centro de Día de la localidad, hace un recorrido por el artista y el legado que dejó, con obras de sus discípulos, también originales de Coreses, como José Hernández Martín, que trabajó como aprendiz del imaginero.
La exposición, más allá de mostrar sus imágenes más conocidas, muestra también sus obras más humildes, presenten en distintos puntos de la provincia con imágenes cedidas de un total de 9 las parroquias de la provincia y del Museo Diocesano
Un recorrido por el estilo característico del artista, por su forma tan específica de trabajar, su firma personal en cada imagen, en los detalles de las manos, en las mejillas con tanto rubor y en sus rasgos y expresiones. La exposición cuenta con obras de gran valor como dos de las obras más antiguas que se conservan del artista, como un Jesús crucificado donde todavía sostiene la mirada.
La muestra incluye cuadros del taller de Santa Olaya, esculturas del concurso que se realizó en el municipio por el bicentenario, de una delicadeza ejemplar, que se exhiben junto a las obras del hijo predilecto. Y composiciones fotográficas del IES Florián de Ocampo. Además, cuenta con las maquetas de Alfredo Toledano y obras de artistas invitados y artistas locales que continúan su legado.
Dentro del recorrido que se puede hacer durante las visitas guiadas que ofrece esta exposición, se podrá encontrar un paseo por los comienzos del artista, que son también muestra de los comienzos de su vecino, el coresino David Alonso Cuesta. Representando el taller donde Ramón Álvarez comenzó a hacer sus primeras esculturas, se encuentran las tallas del joven artista, ya presente en la semana santa zamorana.
Un homenaje a la obra, a la delicadeza y legado que sigue perdurando en las calles de su localidad y que con el trabajo colectivo de los vecinos más vicnulados a la historia del artista han sacado adelante esta exposición. Una exposición que permanecerá en la memoria de todos los vecinos y visitantes que acudan a verla.