El pasado 31 de marzo resonaron los ecos de las campanas por toda la España Vaciada. Se trató de una acción conjunta para hacernos escuchar desde los pueblos. Hacernos escuchar con uno de nuestros sonidos más característicos, el toque de campanas. Resulta imprescindible señalar que el uso de las campanas en el mundo rural se entronca con nuestra cultura.
El toque de campanas ha servido a lo largo de la nuestra historia para marcar algunos de nuestros momentos personales más importantes, pero sobre todo ha sido el sonido utilizado para realizar una llamada a la labor colectiva en los pueblos. Con el toque de campanas los habitantes de los pueblos han acudido a formar parte de las celebraciones, pero también se han utilizado como llamada a la acción grupal en situaciones de peligro o auxilio.
Ese fue el motivo por el cual la Coordinadora de la España Vaciada, de la cual forma parte la Coordinadora Rural Zamora, decidió que el toque de campanas sería el acto central de para celebrar el 31 de marzo del segundo aniversario de la Revuelta de la España Vaciada, aquella histórica manifestación que puso en la palestra el mayor problema de desequilibrio territorial de nuestro país.
Con el toque de campanas volveríamos a hacernos oír, volveríamos a demostrar que, pese a todo, seguimos latiendo. Seguimos latiendo y nuestras reivindicaciones y necesidades están más presentes que nunca. Así lo hicimos saber con un histórico toque de campanas en toda la España Vaciada, el cual se trasladó incluso al Congreso de los Diputados en un acto simbólico para hacer saber a sus señorías que, en los dos últimos años, se han hecho pocos avances para mejorar nuestra situación (ya de sobra conocida durante décadas).
Sin embargo, pese al escaso avance político donde sí que se ha producido un gran progreso es en el movimiento social y asociativo. Cada vez son más las personas y colectivos que se han unido a la España Vaciada o a las acciones que ésta desarrolla para luchar activamente por mejorar la situación de nuestros pueblos. Esta unión de los movimientos asociativos crea las sinergias imprescindibles para defender nuestro territorio.
Basta citar el ejemplo de las campanadas del día 31 en Zamora y de como una iniciativa gestada en el seno de la España Vaciada gracias al apoyo de la Asociación de Campaneros de Zamora y al esfuerzo de los ciudadanos de los pueblos, conseguimos que nuestras campanas se escucharan a lo largo de toda la provincia.
Ese sonido de las campanas nos indicó que estamos ante el momento de pasar a la acción colectiva y de seguir afianzando la unión y trabajo conjunto, porque de dicha unión depende que seamos capaces de trasladar a la sociedad nuestras inquietudes y necesidades, pero sobre todo nos permitirá mostrar nuestras acciones presentes y propuestas de futuro para nuestras comarcas.
Por este motivo, desde la Coordinadora Rural Zamora animamos a las personas preocupadas por sus territorios a que se unan a las asociaciones de sus pueblos, pues ellas son quienes llevan años luchando y trabajando por ellos. En la misma línea de unión, también animamos a las asociaciones a que busquen y se unan a los colectivos más amplios para conseguir acciones con mayor impacto social para nuestras regiones. Como ejemplo, a nivel provincial, la Coordinadora Rural Zamora somos uno de eso colectivos que pretendemos actuar de forma unida y global por el beneficio de nuestros pueblos.
Si conseguimos esa unión del mundo rural, en nuestros pueblos podrán seguir sonando las campanas, no como señal de peligro, sino como signo de esperanza.
