El Caballico embadurnó su rabo en barro como todos los años mientras el Pajarico recaudaba dinero entre los asistentes a la tradicional mascarada del 26 de diciembre en Villarino tras la Sierra. Las mascaradas siguen vivas y son los jóvenes del pueblo los encargados de mantenerlas.
Este lunes por la tarde, otro pueblo de la provincia de Zamora, Villarino tras la Sierra, próximo a la localidad de Trabazos celebró sus mascaradas.
Los personajes que asemejan a demonios recorrieron la localidad como es tradicional. Y sus dos máscaras El Caballico y el Pajarico volvieron a sembrar la algarabía en el pueblo.