La Unidad de Violencia sobre la Mujer ha presentado esta mañana la memoria anual de 2024, revelando un preocupante incremento del 32,6% en los casos activos de violencia de género en Zamora, alcanzando un récord histórico con 248 víctimas con seguimiento a cierre de año y 264 casos activos en la actualidad. Estos datos reflejan un aumento constante que sitúa a Zamora como una de las provincias con mayor incremento dentro de Castilla y León.
Más casos en la provincia que en la capital
Del total de casos activos, el 65% corresponde a la provincia y el 35% a Zamora capital. En comparación con 2023, los casos en la provincia han aumentado un 2%, especialmente en la comarca de Zamora-La Alba. En cuanto a la asignación policial, el 72% de los casos están bajo la Guardia Civil, el 27% bajo la Policía Nacional y el 11% restante está gestionado por la Policía Local de Zamora, Toro y Benavente.
Escasez de dispositivos de control y seguimiento
Un dato que ha llamado la atención es el escaso uso de dispositivos de control telemático para el seguimiento de los agresores. En 2024 se han activado siete dispositivos, solo uno más que en 2023, lo que supone apenas un 3% de los casos. Este porcentaje es significativamente inferior al de otras provincias de la comunidad, como Soria, que cuenta con menos casos activos pero mayor número de dispositivos instalados.
Nuevo centro de crisis 24 horas
Uno de los hitos importantes de 2024 ha sido la apertura de un Centro de Crisis 24 horas en Zamora, dedicado a la asistencia integral de las víctimas de violencia de género. Este centro ha sido financiado con fondos del Ministerio de Igualdad, que destinó 83 millones de euros a las comunidades autónomas para establecer estos centros, de los cuales 7 millones fueron para Castilla y León. La creación de estos centros responde a la Ley Orgánica 10/2022, de Garantía Integral de Libertad Sexual, conocida como "solo sí es sí".
Descenso en las denuncias pese al aumento de casos
A pesar del aumento en los casos activos, las denuncias por violencia de género han descendido un 6,5% en 2024, una paradoja que las autoridades atribuyen a la acumulación de casos en proceso judicial. Zamora representa el 6,3% de las denuncias de Castilla y León, situándose en el segundo puesto tras Soria, pero por delante de provincias con mayor población como Ávila, Segovia y Palencia.
El 79% de las denuncias fueron presentadas directamente por las víctimas, mientras que el 15% proceden de atestados policiales por intervención directa y solo el 2,4% por denuncias de familiares, una cifra que evidencia la dificultad de las víctimas para dar el paso de denunciar.
Incremento de órdenes de protección
En contraste con el descenso de denuncias, las órdenes de protección han aumentado un 25% en comparación con 2023. Zamora representa el 11,5% de las órdenes de protección dictadas en Castilla y León. El 78% de las órdenes han sido admitidas y resueltas favorablemente.
Preocupación por la violencia en menores y mayores
Los datos reflejan un aumento del 30% en los casos de menores en situación de vulnerabilidad, pasando de 20 a 26 casos. También ha crecido el número de víctimas mayores de 65 años, que ha pasado de 3 a 10 casos al cierre de 2024. Sin embargo, el número de casos en menores de 14 a 17 años ha bajado de 4 a 2.
Incremento en el uso del servicio de atención
El servicio de atención y protección para las víctimas (Atempo) ha registrado un incremento del 9,4% en 2024, con Zamora representando el 8,7% de los casos de Castilla y León. El 69% de las llamadas al 016 fueron realizadas por las propias víctimas y el 24,6% por familiares o allegados.
Casos extremos en aumento
Los casos de riesgo extremo han aumentado de uno en 2023 a dos en 2024, mientras que los de riesgo alto se han disparado un 67,7%, pasando de 27 a 45 casos. La Unidad de Violencia sobre la Mujer realiza un seguimiento constante de los casos, registrando 26 nuevos casos mensuales en 2024.
Un problema estructural y una labor constante
La responsable de la Unidad de Violencia sobre la Mujer, Marisa Manso, ha señalado que estos datos reflejan tanto un problema estructural como una mayor concienciación de las víctimas para denunciar. "El aumento de casos evidencia que las políticas de apoyo están funcionando, pero también que queda mucho trabajo por hacer para erradicar este problema", concluyó Manso.
