"Esto asusta...". Un verbo que permanece en las cabezas de todos los zamoranos y de buena parte de los vecinos afectados por las decenas de fuegos que a estas horas permanecen activos por toda la Península. Nuestro monte arde, lo hace en buena parte como consecuencia de las tormentas secas y ante la exposición a temperaturas que sobrepasan los 40 grados, pero tampoco se descarta la posible mano del hombre. También la inacción que condena tanto o más que la propia naturaleza.
Una reflexión que lanzaba esta noche en plena madrugada el montañero, aventurero y presentador de televisión Jesús Calleja. Este leonés -amante empedernido de la vida rural y de los miles de encantos que esconde la tierra-, no ha podido por menos que expresar su pesar por lo que está ocurriendo en España con l avista especialmente puesta en su provincia vecina.
"Terrible e impactante la ola de incendios que sacude España. Este domingo ha sido muy triste la muerte de un brigadista que trabajaba en la extinción del incendio de Losacio en Zamora que está siendo especialmente castigada en lo que va de verano". Unas palabras que escribía mientras se desconocía que, pocas horas después, se confirmaría una segunda víctima mortal, un pastor que dieron por desaparecido durante el pasado domingo.
Calleja ha acusado a "las tormentas con aparato eléctrico" como las culpables de estos "letales" incendios que se están desencadenando en esta segunda ola de calor.
Una triste reflexión que no se ha quedado ahí: la publicación ya acumula cerca de 800 comentarios en los que la población culpa de la falta de cuidados de los montes y solicita más medios de prevención. También quienes han clamado porque sean ellos, las caras visibles, los que condenen esta dejadez por parte de las administraciones de manera clara y rotunda. Así lo han puesto de manifiestos, entre otros, varios integrantes de la asociación 'La Culebra no se calla', creada tras el incendio que arrasó el pasado mes de junio más de 25.000 hectáreas de la Reserva Regional de Caza y que hoy vuelve a arder amenazando con hacer desaparecer el monte que se había salvado de las llamas.
