Arba, Zamora Viva y Ecologistas Zamora han unido fuerzas contra una planta de biomasa en La Robla, argumentando que modificará usos agrícolas y amenazará la salud pública con sus emisiones no controladas de CO2 y otros gases dañinos. Critican la falta de captura efectiva de carbono y el potencial aumento de monocultivos como el maíz, perjudicando la biodiversidad y el medio ambiente local.
La planta proyectada podría emitir 408,000 toneladas de CO2 anualmente, con solo una parte utilizada para metanol, lo que contradice la sostenibilidad ambiental. Comparadas con las centrales de carbón, las de biomasa emiten un 150% más de CO2 y tienen impactos sanitarios graves, según estudios recientes, poniendo en riesgo la salud pública y el medio ambiente local.
Las asociaciones instan a revisar la construcción de infraestructuras de biomasa financiadas por la UE, argumentando que perpetúan la dependencia de combustibles fósiles en lugar de avanzar hacia una verdadera transición energética sostenible. En su lugar, abogan por políticas que reduzcan el consumo y aumenten las áreas forestales autóctonas para capturar carbono, esenciales para mitigar el cambio climático y proteger el futuro medioambiental.
Estas organizaciones están decididas a presionar a las autoridades para que reconsideren el apoyo a proyectos como el de La Robla, enfocándose en soluciones energéticas que realmente promuevan la salud pública y la sostenibilidad ambiental a largo plazo.