jueves. 28.03.2024
chencho portada
chencho portada

Un hombre al que solo le cabía un calificativo, el único que le marcaba, el de la bondad, el de la sonrisa fácil y sobre todo el de la amabilidad y el cariño hacia vecinos, amigos y familia, hacia su Ana y sobre todo hacia el gran Rubén que con sus 16 años ha vivido siempre mas "empadrao" que "enmadrao", aunque tanto monta, monta tanto.

Ana, su mujer, hoy entera, dura y con la emoción contenida, pero como siempre cercana. Ana apretaba unas manos frías que hoy no entrarán en calor, puesto que la costilla, el compañero de viaje, se ha ido. "Tranquilo, se fue tranquilo pero demasiado pronto" en eso coincidiremos siempre. Han sido 7 meses de complicaciones, de "mala suerte" de mucho que sufrir de enfermedad complicada y de mucha lucha, pero este Chencho siempre fue bueno para todo incluso para decir adiós. Su hermana Avelina, una de las mejores profesionales de enfermería de las que conozco ,explicaba como se había ido, cual había sido su evolución en los dos últimos meses, en sus últimas semanas, una muerte que ha llegado demasiado pronto y con complicaciones que eran incompatibles con una posible recuperación.

Días de meriendas y de cenas "Donde Siempre" en el lugar de quedada, café y cigarrillo del pueblo, un centro importante neurálgico de Monfarracinos que hoy llora la muerte de un gran y buen hombre Chencho, Inocencio Ángel Pérez Morillo.

En ese importante punto que ha alimentado y refrescado en largas noches de verano y días de fiesta a miles de visitantes hemos coincidido cientos de veces, hemos tomado café, hemos comido y celebrado juntos, hablamos de dejar de fumar veinte veces, de los niños, de como crecen y de su Rubén ese cachalote que echará de menos al buque insignia de su vida que ha sido su padre. 

Estos días serán de pocos Reyes, de ninguna rebaja y de mucha tristeza en una familia cercana y amiga, hermana y protectora que hacen de los Pérez, una piña que esta mañana se desfiguraba desgajada por la desgracia de perder a su Chencho. 

Lágrimas y caras desencajadas, manos frías, corazón en un puño y decenas de centros de flores y de coronas que adornaban un féretro. Si había tantas flores es porque Chencho, era de fútbol, de amigos, de fiestas, de Monfarracinos, también en parte de los Bloques y sobre todo su familia, todos tendrán siempre presente, que se ha ido un grande, un buen hombre, un gran compañero y sobre todo un enorme padre.

Chencho amigo saluda a los del cielo entre los que seguramente ya estés, puesto que personas como tu merecen estar arriba, en tribuna viendo y controlando como cuidarnos que de eso sabías mucho y bien. 

No hay consuelo con pérdidas como esta, solo agradecimiento y cariño, pena y sentimiento de ausencia. Aún así nos seguiremos viendo Donde Siempre, porque ese bar tiene duende, y seguro te escapas de vez en cuando para jugar la partida, echar un cigarro o simplemente para darnos el cariño que echamos ya de menos....

Adiós querido Chencho, nos vemos "Donde Siempre", nunca lejos, siempre cerca