Ni la lluvia ni el frío otoñal impidieron que el público zamorano llenara el Teatro Ramos Carrión para asistir a uno de los espectáculos más esperados de la temporada: el Gran Circo Acrobático de China, una producción internacional que combina magia, arte y destreza física en una puesta en escena deslumbrante.
La gira española del prestigioso circo, reconocido por su excelencia técnica y su cuidada estética, recaló en Zamora ofreciendo un espectáculo para todos los públicos, con una propuesta visual que atrapó tanto a niños como a adultos.
El público acompañó al protagonista de la historia, un niño curioso que se adentra en los mundos de la fantasía, donde conoce a la hada Fénix, símbolo de belleza y esperanza. A través de su viaje, los asistentes fueron testigos de un universo de color, luz y movimiento que transportó a los espectadores a un mundo marino lleno de magia y poesía.
El espectáculo destacó por su impecable fusión de danza, acrobacias, malabares y coreografías sincronizadas, todo ello acompañado por una banda sonora de aires orientales y un juego de luces y vestuario que convirtió el teatro en un auténtico lienzo de fantasía.
