Una vuelta a los clásicos para invitar a reflexionar. El musical La Bella y la Bestia ha llenado el teatro Ramos Carrión de Zamora en una tarde de domingo pasada por agua que invitada a refugiarse en la cartelera para pasar un rato ameno.
Decenas de familias han disfrutado con la puesta en escena de este clásico basado en el libro de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve en 1740 pero que Disney llevó a la pantalla convirtiéndolo en uno de sus grandes éxitos de inicios de la década de los 90. Desde entonces las versiones se han multiplicado con tan sólo dos más en apenas tres años.
En esta versión, el personaje de Bella es interpretado por una actriz y cantante invidente en la vida real que tendrá que demostrar a La Bestia que la belleza está en la forma en la que miramos a los demás. Pura lección para derribar barreras mediante un musical para todos los públicos. Entre la música, las chanzas y la rica puesta en escena, el mensaje de inclusión y la mirada empática hacia los colectivos minoritarios se erige como claro protagonista.
