El Teatro Principal de Zamora se ha convertido en el escenario de una peculiar sátira humorística titulada "La Gramática", que invita a reflexionar sobre nuestra relación con el lenguaje y la riqueza del legado lingüístico que compartimos. La obra, inspirada en las reflexiones de Lázaro Carreter, plantea cuestiones fundamentales sobre el uso y la comprensión de la lengua.
La trama gira en torno a una mujer común que, de manera accidental, se transforma en una erudita consumada en gramática y lengua. Este giro inesperado atrae la atención de un renombrado neurocientífico, quien se embarca en un intensivo proceso de "desprogramación lingüística". El objetivo del neurocientífico no es refinar las habilidades verbales de la protagonista, sino, más bien, devolverla a su estado primario de limitación expresiva. Esta inusual premisa plantea la pregunta de si el dominio del lenguaje puede, en ciertos contextos, conducir a la marginación social.
La obra no solo se centra en el desarrollo del personaje principal, sino que también aborda preguntas provocativas que resuenan en el ámbito contemporáneo. ¿Puede el uso de una corrección sintáctica impecable resultar ofensivo? ¿Es la transgresión de las normas gramaticales un acto "woke" en la lucha contra la cultura hegemónica? Además, se cuestiona si el declive de la civilización está relacionado con un reduccionismo lingüístico que lleva a la pérdida del pensamiento complejo.
"La Gramática" ha llenado de risas el teatro sino que también ha invitado al público a una profunda reflexión sobre el valor y la complejidad de nuestra lengua. La obra se convierte así en una plataforma para examinar cómo el lenguaje moldea nuestras interacciones sociales y cómo la competencia lingüística puede ser percibida como un arma de doble filo en una sociedad que busca la inclusión y la equidad.
