En 2030 ya podrían estar disponibles las vacunas terapéuticas para luchar contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Es el prometedor anuncio que ha realizado el equipo de la farmacéutica Moderna que empleará la misma tecnología de base que desarrolló en la búsqueda a contrarreloj de una vacuna contra la Covid-19.
El prometedor anuncio desvelado en una entrevista al periódico 'The Guardian' podría salvar millones de vidas, si bien precisan que la vacuna es terapéutica ya que, por el momento y por desgracia, la vacuna universal "no está en el horizonte": "Me preocupa que exista la esperanza". De esta manera, la vacuna que se está desarrollando hará reaccionar al organismo de una persona con un tumor para que luche contra las células malignas.
El proceso a seguir en estos casos sería el de biopsiar las células tumorales del paciente para identificar las mutaciones que dan lugar al desarrollo de un tumor. Mediante proteínas espejo a las de las células tumorales, la vacuna serviría de entrenamiento para que las células inmunitarias reconozcan y destruyan a las tumorales portadoras de las mismas proteínas.
La empresa estadounidense precisa que esta vacuna no sólo podría aplicarse en pacientes con determinado tipo de tumores, sino también sobre personas infartadas. Así, los efectos de las enfermedades cardiovasculares podrían tratarse mediante la administración de un preparado que permita liberar una molécula capaz de reconstruir los vasos sanguíneos cardíacos dañados tras un infarto. Una solución que permitiría aumentar la supervivencia a corto, medio y largo plazo.
Los expertos han recordado que la tecnología ARNm, si bien es universalmente conocida a raíz de la lucha contra la pandemia, comenzó a desarrollarse para tratar las enfermedades cardiovasculares.