Un ictus se produce por la consecuencia la obstrucción de una arteria, de un vaso que lleva la sangre a una determinada zona del cerebro. Al no llegar correctamente por culpa del trombo, las funciones de las que está encargada esa parte del cerebro se alteran.
Dependiendo del vaso sanguíneo que se vea afectado, si es más grande o más pequeño, lo que significa que lleva más cantidad de sangre o menos al cerebro, se producen síntomas más graves o numerosos.
Los signos visibles de que está sucediendo el ictus, los expertos señalan cinco, podría ser que sucediesen los cinco a la vez o no, deprede.
El primero de ellos tiene que ver con una evidente desviación del labio y la boca, una parálisis facial evidente a los ojos de los demás. Los afectados, pierden sensibilidad en el lado del rostro que 'se tuerce'.
La segunda señal afecta a la visión. "Puede que no veas a ambos lados de los ojos, aunque puede suceder sólo en uno de ellos.
En tercer lugar, es muy probable que estés sufriendo un ictus si quienes tienes alrededor te están hablando, pero tú no alcanzas a entender el significado de lo que te dicen.
En esta línea, una cuarta señal de alarma se da cuando tú sabes lo que quieres decir, pretendes comunicarte, pero te resulta imposible articular las palabras necesarias para expresarlo. Cambias las palabras, hay una alteración de la expresión. En ese caso, algo está sucediendo y no hay tiempo que perder.
Por último, corre a pedir ayuda si a alguno de los síntomas faciales que hemos descrito se suma la parálisis de un brazo y/o una piernas, generalmente en el mismo lado del cuerpo.
