El funeral de Estado por la reina Isabel II se celebrará el próximo lunes, 19 de septiembre, en un acto solemne en la Abadía de Westminster -el lugar donde comenzó su reinado hace 70 años- con la que se dará el último adiós a la monarca con el que desaparece todo resquicio de la monarquía del siglo XX y de una reina que vivió momentos tan duros como la posguerra, la muerte de la princesa Diana de Gales o el Brexit.
El acto se celebrará una vez culmine el periodo de luto para los 15 millones de ciudadanos que componen el Reino Unido y que aún hoy siguen llorando la pérdida de la que muchos conocen como la única imagen de la monarquía británica durante su vida. El cuerpo de la reina permanecerá expuesto al público durante cuatro días para que sus ciudadanos puedan rendirle homenaje y despedirla.
Así lo ha confirmado la Casa Real británica en un comunicado. La fecha se ha dado a conocer el mismo día que su hijo ha sido proclamado oficialmente nuevo monarca bajo el nombre de Carlos III. En su discurso, el eterno heredero al trono ha asegurado que se esforzará por continuar "el ejemplo inspirador" de Isabel II al tiempo que ha prometido servir al pueblo "con respeto, lealtad y amor".
El Palacio de Windsor es el ejemplo del dolor de un pueblo por la pérdida de su reina. Las puertas se han cubierto de ramos, velas, fotografías y mensajes de cariño y recuerdo a una mujer que vivió siempre por y para los suyos, desde el pueblo hasta su familia, con la vista siempre presente en sus nietos a los que se preocupó por proteger durante los duros días que siguieron al accidente que acabó con la vida de Lady Di.
La llamada Operación Puente de Londres marcará así diez días de actos desde la muerte de la reina y que pretenden cumplir al pie de la letra el protocolo que ella misma supervisó en vida. En Londres se suceden los actos de proclamación de su hijo mientras que está previsto que los miembros del Parlamento se reúnan para acordar un mensaje unánime de condolencia.
Los restos de la reina permanecen en Balmoral (Escocia) y será mañana, domingo, cuando se traslade su féretro al Palacio de Holyrood, en Edimburgo, y posteriormente a la Catedral donde se celebrará un servicio religioso en su honor y que supondrá la primera oportunidad para que la ciudadanía muestre sus respetos a la monarca. Será el martes cuando su cuerpo sea trasladado finalmente a Londres para arrancar con la última fase de su despedida.
