El precio de la bombona de butano alcanza su nivel más alto desde 2023

El coste de la bombona sube un 6,19% en marzo debido al aumento de las materias primas y el coste de comercialización
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En marzo de este año, el precio de la bombona de butano experimentó un aumento significativo del 6,19%, alcanzando los 17,67 euros, un valor que no se veía desde principios de 2023. Esta subida es el cuarto incremento consecutivo en los últimos meses, que comenzó en septiembre de 2024. El aumento de la bombona afecta directamente a millones de hogares en España que dependen de este gas para la cocina y la calefacción.

El aumento en el precio se debe, en gran parte, a un incremento en el coste de las materias primas, como el propano y el butano, que subieron un 4,89%. Además, los costes de comercialización también aumentaron un 14,27%, lo que explica la necesidad de ajustar el precio. Además, se incluye una subida de 20 céntimos por bombona debido a una actualización en el valor del coste de comercialización, que se ha implementado para asegurar el suministro.

Este ajuste, aprobado mediante la resolución TED/211/2025 publicada en el Boletín Oficial del Estado, también establece una excepción temporal para que los aumentos no superen el 5%. Sin embargo, en este caso, el precio subió más, por lo que se aplicó un ajuste adicional de 20 céntimos para acelerar la adaptación de los precios a las nuevas condiciones del mercado.

El precio de la bombona de butano no está liberalizado, lo que significa que el gobierno revisa su coste cada dos meses, dependiendo de factores como los precios internacionales de las materias primas, el transporte y la evolución del tipo de cambio. Esta regulación busca equilibrar los intereses del consumidor y los del mercado de gas, aunque las subidas de precio no siempre son bien recibidas.

Aunque la bombona de butano sigue siendo una fuente de energía importante para muchos hogares, su consumo ha ido disminuyendo con los años. En 2021, la demanda de GLP envasado había caído más de un 25% desde 2010. Esto refleja el cambio hacia otras formas de energía, como el gas natural, especialmente en áreas urbanas donde las conexiones a la red de gas son más accesibles.

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