Los medios de comunicación comienzan a apagar sus focos al discurso procedente del suelo ruso. A las múltiples sanciones económicas y condena por parte de la Unión Europea, Estados Unidos, y países de la talla de Australia -y que ha llevado incluso a países como Suecia a abandonar su tradicional papel neutral-, se suma ahora el veto por parte de los medios de comunicación y periodistas a trasladar cualquier mensaje procedente del país dirigido por Vladimir Putin.
El grupo RTVE ha anunciado que dejará de informar temporalmente desde Rusia, pero no es el único. La agencia EFE también abandonará la última hora desde Moscú marcando una condena que comienza a tomar tintes negros para Rusia. Es la repulsa a la última ley aprobada por el gabinete de Putin por el que contempla penas de hasta 15 años de prisión por difundir información que consideren falsa y que ponga en peligro la “narrativa” impuesta desde Moscú.
Vladimir Putin mantiene la justificación de la invasión como única forma de "denazificar" el territorio ucraniano, un discurso que no esconde sino la condena a los intentos de que evitar Ucrania entre a formar parte de la Unión Europea y la OTAN.
El gobierno de Vladimir Putin trata así de frenar la información que ejercen importantes medios de comunicación y que consideran un absoluto peligro al tacharlo de "información falsa" sobre el curso de la guerra, sus orígenes y consecuencias. Todo pese a que Rusia está tratando de evitar a toda costa el acceso a la información en suelo ucraniano mediante ataques y bloqueos en las redes de Facebook y Twitter. Una situación que ha denunciado Reporteros Sin Fronteras ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, atacar y destruir antenas de radio y televisión para impedir la emisión en el país.
Importantes medios y agencias a nivel internacional -como es el caso de la BBC, la CNN o Bloomberg- se han sumado a este veto y dejarán de informar desde Rusia mientras mantienen la información en suelo ucraniano. Todo pese a las continuas y mayores dificultades de ejercer la labor informativa. Ejemplo de ello ha sido el ataque a un equipo de Sky News y que ha dejado heridos a dos de los cinco miembros del equipo: un cámara y el corresponsal jefe de la prensa británica.
Las balas del ejército ruso no han logrado acallar sus voces y han chocado con una contundente respuesta por parte de los profesionales de la información.
