Debate den RTVE. A poco más de 48 horas para que los colegios electorales abran sus puertas y el futuro del Parlamento Europeo quede en manos de los votantes, la tensión crecía en el plató a vista de los espectadores. Temas como Israel y Gaza y la inmigración se han incorporado a un mensaje que ya anticipaba los previsibles señalamientos a la extrema derecha, al procés o al señalamiento de los jueces.
Los cabezas de lista de las nueve formaciones con representación en el Parlamento Europeo, incluyendo PSOE, PP, Ciudadanos, Vox, Sumar, Ahora Repúblicas, Podemos, y Coalición por una Europa Solidaria, además de un representante de Junts han protagonizado el primer debate electoral plurilingüe, si bien la traducción superpuesta ha dificultado el seguimiento en algunos momentos.
El debate deja momentos y también imágenes, como la de Irene Montero, de Podemos, con una kufiya en apoyo a Palestina y anticipando la condena al gobierno de Israel al que acusa de genocidio y exigiendo a Teresa Ribera, candidata del PSOE, que se pronunciara al respecto. Montero también había tenido enfrentamientos acalorados con Jorge Buxadé de Vox, a quien había calificado de "fascista", y con Jordi Cañas de Ciudadanos, acusándolo de "mansplaining".
Otro cruce significativo fue el protagonizado por Teresa Ribera del PSOE y Dolors Montserrat con la candidata socialista insistiendo en que el Partido Popular estaba blanqueando a la ultraderecha al colaborar con Vox, afirmando que la formación de Santiago Abascal tenía vínculos con ultras de otros países europeos. Un contraataque en el que Montserrat ha acusado a la formación socialista de pactar con "el mayor enemigo de Europa", en referencia al expresidente catalán Carles Puigdemont.
A lo largo del debate, se ha evidenciado la clara división entre los bloques políticos. Los partidos de izquierda han advertido sobre un posible retroceso en derechos y libertades con un gobierno europeo liderado por la derecha, mientras que los partidos de derecha acusan a la izquierda de corrupción y violaciones al Estado de Derecho. Ninguno de los candidatos han revelado con claridad sus posibles alianzas post-electorales, dejando en el aire las estrategias de coalición tras los comicios del 9 de junio.