La ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha defendido este lunes las medidas incluidas en el plan de ahorro energético anunciado por el Gobierno y que comenzará a entrar en vigor este miércoles en oficinas, comercios y transportes salvo algunos negocios cuyas características permiten sortear el límite de temperatura mínima en verano y máxima en invierno.
El Ejecutivo ha rechazado retirar el plan tal y como como ha exigido el PP. La ministra Ribera ha asegura que el el decreto "es el que es, no hay modificaciones". Así lo ha precisado en una rueda de prensa tras el encuentro telemático con los consejeros de las CCAA en el que ha puesto sobre la mesa la actual situación que obliga a rebajar el consumo de gas para asegurar el abastecimiento en invierno ante el panorama que se dibuja con la guerra de Ucrania y los posibles cortes por parte de Rusia.
La ministra ha asegurado además que no se contempla aplazar la aplicación de esta norma algo que había solicitado Cataluña, mientras que Madrid ha mostrado su negativa: La presidenta de la Comunidad señaló tras el anuncio del Gobierno que "Madrid no se apaga", una medida que cuenta también con las reticencias de Andalucía, Murcia, Galicia y de parte del ejecutivo de la Junta de Castilla y León, que cuenta con la negativa de Vox.
E total la negativa de estas cinco comunidades concentran a cerca del 46% de la población del país, en total unos 22 millones de habitantes.
El encuentro con las CCAA ha contado también con la presencia de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y a él también ha asistido la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Pese a las negativas y reticencias mostradas en los últimos días de manera pública, Ribera ha mostrado su satisfacción con el resultado de la reunión y asegura que "no ha habido ninguna comunidad que haya dicho que no va a cumplir"
Las medidas -que incluyen el apagado de los escaparates a partir de las 22:00 horas y el establecimiento de un límite de 27 grados en verano y un máximo de 19 grados en invierno- permitirán contribuir a la reducción voluntaria de un 7% del consumo de gas pactado entre España y Bruselas.
