La fragilidad en España afecta al 18% de mayores de 65 años, seis puntos por encima de Europa

Sanidad ha elaborado un documento que propone acciones de prevención, diagnóstico precoz y abordaje de la fragilidad para lograr una mejor calidad de vida en las personas mayores

La actualización propone la captación activa de personas de 70 años o más, tanto en el ámbito sanitario como en ámbito comunitario, para valorar su situación y descartar la presencia de dependencia moderada-grave establecida

personas mayores en la playa
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El Ministerio de Sanidad acaba de publicar la Actualización del Documento de Consenso sobre Prevención de la Fragilidad en la Persona Mayor (2022) que ha sido aprobado por la Comisión de Salud Pública el pasado 5 de mayo de 2022 y que llevaba sin actualizarse desde el año 2014.

El documento explica que el progresivo envejecimiento y aumento de la longevidad en la población es una realidad y que España experimenta una de las esperanzas de vida más altas del mundo. El objetivo principal de este documento es que esa longevidad se vea acompañada de buena salud, por lo que propone que se trabaje sobre esta transición vital, para que se pueda desarrollar de forma activa y saludable, disminuyendo los procesos de dependencia o discapacidad, actuando sobre los entornos y los factores modificables como la fragilidad.

La fragilidad en España tiene una prevalencia estimada del 18% en las personas de 65 años o más, siendo del 12% a nivel comunitario y de un 45% en atención sanitaria. Es una prioridad de salud pública por su elevada prevalencia, en previsible ascenso ya que es un factor asociado a la edad. Y especialmente porque es prevenible, detectable y tratable. Abordando la fragilidad, se conseguirá una población mayor más autónoma y con mayor capacidad funcional, para desarrollar una vida plena en su comunidad.

La actualización propone la captación activa de personas de 70 años o más, tanto en el ámbito sanitario como en ámbito comunitario, para valorar su situación y descartar la presencia de dependencia moderada-grave establecida, ya que se podrán beneficiar de otros programas específicos.

El documento propone que las personas con alta sospecha de fragilidad sean reevaluadas cada 6 meses y las no frágiles, anualmente. En todas las personas se realizará promoción de estilos de vida saludables.

La evaluación de la implantación de esta actualización será cada dos años con el objetivo de que, al menos, el 80% de las CCAA hayan introducido el programa en 2025. Este documento se ha elaborado en el seno del Grupo de trabajo para la prevención de fragilidad y caídas de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud (SNS), formado por todas las Comunidades y Ciudades Autónomas (CCAA), sociedades profesionales (SEMERGEN, SemFYC, SEMEG, SEGG, FAECAP, AEC) así como CIBERFES y otras personas expertas.

Esta actualización, pone a disposición de los profesionales sanitarios de atención primaria, un valioso recurso que les guiará, aplicando un sencillo algoritmo, a la hora de captar a la población de 70 años o más susceptible de beneficiarse del programa de detección precoz de fragilidad, su posterior valoración geriátrica integral, y la planificación de intervenciones específicas, de forma coordinada y vinculada a los recursos de la comunidad.

También se propone, una vez instaurado el programa en atención primaria, la detección precoz de la fragilidad en entornos residenciales y comunitarios, con posterior derivación a atención primaria.

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