España ha desechado unas 900.000 dosis de la vacuna contra la COVID-19 que han caducado antes de poder ser administradas. Una cifra que representa el 0,6 % del total entre las vacunas administradas en el país y las donadas a zonas menos desarrolladas.
El investigador del ISGlobal, Jeffrey Lazarus, ha señalado en declaraciones a TVE que ha habido un fallo en la logística, si bien se trata de un porcentaje bajo respecto a otros países como Australia, EEOO o Reino Unido donde es mucho más elevado, si bien no ha precisado cuántas dosis han caducado en estos puntos.
Amnistía Internacional reclama que se mejor el plan de donación iniciando el proceso burocrático al menos tres meses antes de que las vacunas que se vayan a enviar a terceros países vayan a caducar. De hecho, la falta de previsión de tiempo ha hecho que los países africanas tuvieran que rechazar cerca de 100 millones de vacunas procedentes del programa COVAX que coordina la OMS.
Según los expertos, lo ideal sería liberar las patentes de las vacunas por parte de las farmacéuticas, lo que unido a la facilitación de la tecnología para producir las vacunas permitirá a África desarrollar sus propios sueros contra la Covid-19 sin depender de terceros países. A día de hoy el 86% de la población africana no ha recibido la primera dosis de la vacuna y sólo el 11% de la población tiene la pauta completa, una desigualdad que lleva denunciando la OMS desde el inicio de la distribución de las primeras vacunas.
